Por: Prof. Liliana Julia Parras Reyes
- Ex directora de Gestión Escolar del MINEDU
- Ex directora de la Dirección Regional de Educación de Moquegua y
- Ex directora de II.EE. de Moquegua
Tras casi seis meses del presente año, permanece como primer orden del día, la recuperación de los aprendizajes perdidos en el contexto de la pandemia, más el problema se mantiene latente y se agudiza, debido a que estamos todavía viviendo su fase de mitigación dentro de un marco de crisis de gobernabilidad y gobernanza.
Desde la experiencia de los gestores educativos de la Región de Moquegua, comprendemos que los logros de aprendizajes no sólo se reducen en cumplir un listado de retos o reforzamiento pedagógicos, sino también requiere principalmente construir un clima institucional adecuado y una buena convivencia escolar entre los actores educativos de la escuela que incluye a los padres de familia.
Los pilares de gestión institucional y gestión de la enseñanza para la recuperación eficaz de los aprendizajes de los estudiantes
Desde la experiencia en las escuelas de Moquegua, esta estrategia significa mirar y comprender el contexto de manera holística y diagnosticarlo, y luego realizar la planificación con voluntad de implementarla. Un buen diagnóstico y una planificación eficaz constituyen los pilares para recuperar más rápido la pérdida de aprendizajes.
A ello, se debe agregar los lineamientos, las políticas y los proyectos de las instituciones descentralizadas del sector educación y de la misma institución educativa, porque lo que se propone es una recuperación de los aprendizajes, respondiendo a las necesidades y las problemáticas de la región y la localidad, en cuanto todo está articulado como sistema. Sobre este particular UNICEF et al. (2022) sostiene que “el regreso a la escuela es fundamental no solo para la educación, sino también para el abordaje de los desafíos sociales, como el matrimonio precoz, el embarazo precoz, la nutrición infantil, el trabajo infantil y la salud mental” (p.2)
Un tercer pilar importante orientada a la recuperación de los aprendizajes corresponde al factor liderazgo que debe estar presente en todas las instancias de gestión centrada principalmente en los aprendizajes (MINEDU, 2014). Pero esta gestión no debe quedarse en la escuela sino abrirse a la comunidad, como lo establece el Art 11° Articulación intersectorial de la Ley General de Educación 28044 (Congreso de la República, 2003, p.4)
Se debe comprender que la educación por sí solo no va a solucionar los problemas y aquí es importante que intervenga el liderazgo educativo, que asegure un servicio de educación articulado con otros sectores. En la experiencia de la región Moquegua, se implementó el uso de computadoras, pizarras interactivas y laptops para estudiantes, pero actualmente la señal de internet es muy baja. Entonces, se necesita liderazgo de coordinación intersectorial que impulse y convoque a todos los sectores para que juntos podamos solucionar estos inconvenientes.
El fortalecimiento de la unidad familiar es también un desafío urgente y que requiere no solo el liderazgo intersectorial sino el compromiso de la sociedad en general asumiendo un rol educador, comprendiendo que en ciudadanía formamos todos: El sector educación, los sectores públicos, la empresa privada, los medios de comunicación y todo ciudadano y ciudadana que conformamos nuestra comunidad.
Otro pilar importante, representa el compromiso de los docentes y directivos. En esta fase de recuperación se necesita maestros comprometidos con los aprendizajes y que se desempeñen en un buen clima institucional en toda la comunidad educativa, incluidos padres y estudiantes. Todo ello, responde a reinventar las escuelas eficaces para este nuevo contexto (Murillo, 2007). La confluencia de estos pilares da lugar a la construcción de la familia o comunidad educativa que está articulada con los demás sectores de la localidad y donde los docentes se sientan respaldados y apoyados por sus autoridades, ya que son sus líderes educativos.
Asimismo, tiene validez las sugerencias de Vaillant (2019) quien sostiene “Históricamente las funciones de la dirección escolar se han orientado fundamentalmente hacia cuestiones administrativas y burocráticas. No obstante, hoy en día se priorizan los aspectos pedagógicos de quienes tienen a su cargo el liderazgo de equipos innovadores y el impulso de procesos de cambio educativo” (p. 11). Siguiendo al autor mencionado, se convierte como necesidad crucial en tener en cada escuela maestros creativos, innovadores, e investigadores, constituyen factores asociados en la recuperación de aprendizajes.
Todo esto va a permitir la generación de nuevas prácticas pedagógicas y que los docentes descubran sus vivencias, se sientan seguros de lo que hacen, eleven la confianza en sí mismos y de esta manera alcanzarán el éxito para lograr las metas.
Un nuevo fenómeno del actual contexto: aumento inestabilidad emocional, agresividad entre los estudiantes, y un trato hostil entre los profesores que afectan a la convivencia en el aula.
En diversos estudios empíricos se demuestra que la pandemia tuvo un impacto significativo en el bienestar socioemocional y en la salud mental de niñas, niños, adolescentes y jóvenes (CEPAL, 2022)
En este retorno a la presencialidad educativa, se vive en las escuelas los estragos dejados por la pandemia que ha erosionado la dimensión socio emocional de los estudiantes, situación que podría frenar los procesos de aprendizaje. Urge entonces formar a los docentes en gestionar las habilidades socioemocionales en sus alumnos (Carbajo, 2022)
En Moquegua, la impronta dejada por la pandemia la compone los graves problemas socio emocionales que perdurarán varios años, si es que desde ahora no los afrontamos. Definitivamente, todo eso, afectan a los aprendizajes de los estudiantes en el aula, aunque también a todos los actores educativos, principalmente, a los docentes.
Se han detectado niveles de inestabilidad, agresividad, aislamiento y conflictos entre alumnos, llegando al extremo, de intentar de quitarse la vida en algunos casos. Muchos directivos vienen trabajando con los profesionales apropiados, como psicólogos para atender dichas problemáticas. En los casos más graves, se requiere derivar a los trabajadores sociales y psiquiatras.
Las estrategias implementadas en la Región de Moquegua para lograr una convivencia o buenas relaciones entre los actores de la escuela
Quienes han asumido roles directivos en las escuelas hemos comprobado que para lograr una convivencia sana en la II.EE. requiere un proceso de cambio en las personas y en la cultura institucional de cada escuela, articulando los esfuerzos particulares en torno a una visión de sociedad pacífica y con ciudadanía plena (MINEDU, 2017). Concordancia a ello, se requiere una gestión educativa participativa y democrática, donde participen todos los actores educativos, no solamente hablamos del personal de una institución, sino lograr una buena convivencia entre los estudiantes, como también una buena convivencia de los padres de familia.
En esta fase de recuperación de aprendizajes, la interrelación positiva y adecuada de todos los miembros de la comunidad se vuelve urgente y apremiante. No hay que olvidar que las huellas marcadas por la pandemia se manifiestan en los estudiantes hiperactivos con problemas de agresividad y padres y madres de familia que muestran ese mismo temperamento.
En ese contexto se plantea la siguiente pregunta ¿Cómo logramos o construimos esta buena convivencia? Para responder a esta pregunta considero que es importante trabajar en función de valores que afianzan la mística de la institución y cuidar de la integridad de los directivos y docentes.
La experiencia en gestión, nos orienta que no debemos cerrar los ojos ante ciertas actitudes negativas tanto de estudiantes como de padres. Necesitamos que ellos tomen conciencia y si esto se repite, llamar la atención con toma de acciones correctivas de carácter formativo.
No es recomendable que dejemos pasar este tipo de actitudes, que van creciendo poco a poco como una bola de nieve y que conduce a una catástrofe. En ese sentido, es fundamental que la dirección institucional respalde a los docentes que afrontan situaciones o acciones negativas de los padres de familia y estudiantes, pero también prevenir conductas agresivas en la institución educativa.
Corresponde indicar, que el desarrollo de competencias sobre protección de derechos de los estudiantes y de los miembros de la comunidad educativa, constituye una acción simultanea con la institucionalización de la buena convivencia escolar mediante el enriquecimiento del reglamento interno escolar en los capítulos en donde se establece las bases de la convivencia desde un enfoque formativo, (UNICEF, 2022)
En síntesis, para afianzar la convivencia y las buenas relaciones en la escuela se requiere trabajar desde una gestión democrática, participativa e integradora en todos los estamentos de la escuela, en la formación de futuros ciudadanos de nuestra sociedad, la cual también tiene mucho que ver el liderazgo directivo.
Referencias bibliográficas
Carbajo, J. (2022). Formación docente en habilidades socio emocionales: una experiencia en tiempo de pandemia. Tarea, 103, 80–85. http://www.grade.org.pe/creer/archivos/Tarea103-3.pdf
CEPAL. (2022). Panorama Social de América Latina y el Caribe: La transformación de la educación como base para el desarrollo sostenible 2022. In Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Mίdias sociais no Brasil emergente (Primera). Naciones Unidas – CEPAL. https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/48518/7/resumenejecutivoPS2022_es.pdf
Congreso de la República. (2003). Ley General de Educación N° 28044. Ministerio de Educación. https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/105107/_28044_-_31-10-2012_11_31_34_-LEY_28044.pdf
MINEDU. (2014). Marco de buen desempeño del directivo. In Ministerio de Educación (Primera). http://www.minedu.gob.pe/n/xtras/marco_buen_desempeno_directivo.pdf
MINEDU. (2017). “Lineamientos para la Gestión de la Convivencia Escolar, la Prevención y la Atención de la Violencia Contra Niñas, Niños y Adolescentes”. Ds 004-2018-Minedu. El Peruano, 3. https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/308676/decreto-supremo-lineamientos-para-gestion-de-la-convivencia-escolar.pdf
Murillo, J. (Coord. . (2007). Investigación iberoamericana sobre eficacia escolar. In Nomos Editores S. A. (Ed.), Convenio Andrés Bello (Primera). https://repositorio.minedu.gob.pe/bitstream/handle/20.500.12799/284/155. Investigación Iberoamericana sobre eficacia escolar.pdf?sequence=1&isAllowed=y
UNICEF. (2022). Convivencia escolar: Recomendaciones para apoyar a establecimientos educativos en el desarrollo de reglamentos formativos , con enfoque de derecho y participación estamental. In Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Primera ed). https://www.unicef.org/chile/media/7486/file/recomendaciones.pdf
UNICEF, OECD, UNESCO, & Bank, W. (2022). De la recuperación del aprendizaje a la transformación de la educación. UNICEF. https://www.unicef.org/media/127751/file/From Learning Recovery to Education Transformation.pdf
Vaillant, D. (2019). Experiencias innovadoras en el desarrollo profesional de directivos. In Banco de desarrollo de América Latina. Corporación Andina de Fomento. https://scioteca.caf.com/bitstream/handle/123456789/1524