RAFAEL PINEDO CORAL
El 16 de octubre del 2021, mediante Decreto Supremo N°164-2021-pcm, se aprobó la Política General de Gobierno para el periodo 2021-2026, que define el desarrollo del país en base a diez ejes, lineamientos prioritarios y líneas de intervención. Así también especifica que es de aplicación inmediata por todas las entidades del Poder Ejecutivo, los gobiernos regionales y locales; y, sus entidades adscritas en el marco de sus competencias. Lo que significa que todos los niveles de gobierno del país, sectores e instituciones del Estado en el marco de sus competencias deberán planificar su implementación respectiva.
Sus 10 ejes son:
1. Generación de bienestar y protección social con seguridad alimentaria;
2. Reactivación económica y de actividades productivas con desarrollo agrario y rural;
3. Impulso de la ciencia, tecnología e innovación;
4. Fortalecimiento del sistema educativo y recuperación de los aprendizajes;
5. Descentralización, fortalecimiento institucional y del servicio civil;
6. Fortalecimiento del sistema democrático, seguridad ciudadana y lucha contra la corrupción, narcotráfico y terrorismo;
7. Gestión eficiente de riesgos y amenazas a los derechos de las personas y su entorno;
8. Gobierno y transformación digital con equidad;
9. Conducción de una diplomacia nacional, autónoma, democrática, social y descentralizada;
10. Estado Intercultural para la promoción de la diversidad cultural.
El cuarto eje: Fortalecimiento del sistema educativo y recuperación de los aprendizajes
Se divide en dos lineamientos prioritarios. El primero tiene que ver con la recuperación y consolidación de los aprendizajes de la educación básica, superior y técnico-productiva con enfoque territorial (4.1), la misma que contiene 11 líneas de intervención:
1. Promover la nueva currícula con la participación activa de los agentes de la educación y contextualizada a nivel local, regional y nacional.
2. Promover las transformaciones administrativas y académicas en la educación superior.
3. Reducir las brechas de equidad y de conectividad, con énfasis en la población en situación de vulnerabilidad: rural, urbana, pueblos originarios, afroperuanos y personas con barreras educativas.
4. Promover la educación intercultural bilingüe.
5. Incrementar el acceso a la educación superior.
6. Priorizar el retorno a clases presenciales de manera flexible y segura, en el marco de la construcción de una escuela transformada.
7. Implementar el modelo de educación secundaria técnica y fortalecer el vínculo con educación productiva y emprendedora.
8. Implementar incentivos para potenciar el servicio educativo en zonas rurales y de frontera.
9. Promover la práctica regular de la actividad física, la recreación y el deporte para una vida activa y con buena salud mental.
10. Incorporar el servicio odontológico, psicológico y de enfermería en las escuelas del país.
11. Desarrollar modelos diferenciados que permitan la movilización por la lectura y escritura, así como por el pensamiento crítico, creativo e innovador, de niños, jóvenes y adultos.
La segunda, responde a revalorizar la carrera docente y el fortalecimiento de la formación inicial y en servicio (4.2), cuyas cinco líneas de intervención son:
1. Revalorizar y fortalecer la carrera pública magisterial, desde un enfoque de desarrollo profesional permanente.
2. Fortalecer la formación inicial docente impulsando la pertinencia de los entornos socioculturales.
3. Fortalecer las competencias docentes en servicio partiendo del reconocimiento de las innovaciones y buenas prácticas educativas que vienen implementando los educadores, e impulsando la capacitación permanente y pertinente a los entornos socioculturales.
4. Impulsar procesos de formación de formadores orientados a la mejora de la formación inicial docente y en servicio.
5. Promover la especialización en temas de investigación, innovación, currículo, evaluación y nuevos modelos educativos, mediante becas a docentes reconocidos por sus innovaciones y buenas prácticas educativas.
A esto faltaría sumar el mejoramiento de la infraestructura, los sistemas de interconectividad, el ordenamiento de los servicios educativos con enfoque territorial en las zonas rurales, los nuevos materiales educativos, etc.
¿Será una alternativa para el mejoramiento de la educación en el país?
Nuestra educación debe tomar otro rumbo, lo que no debería estar lejos del Proyecto Educativo Nacional (cuya proyección es al 2036), los Planes de Desarrollo Regional y Local Concertados, los Planes Estratégicos Institucionales y otros instrumentos de gestión que deberán permitir objetivar mejor la educación.
La preocupación se centra en las siguientes preguntas: ¿cuáles serían las nuevas responsabilidades o funciones de las Instituciones Educativas?, ¿se estaría planteando una nueva Gestión Escolar, ante las nuevas expectativas, surgidas a efecto de esta pandemia y los cambios globales?
La atención a la diversidad de contextos del país debe tener en cuenta la realidad local, implementando acciones desde las propuestas institucionales y de órganos intermedios. No se puede estar desarrollar solamente medidas de carácter burocrático para orientar las acciones educativas, pues distrae los verdaderos objetivos de la educación del país y la política actual.
Se deben considerar las responsabilidades de los distintos órganos de gobiernos y sectores para que la educación formal atienda efectivamente las características propias de cada comunidad y se apunte al ciudadano que se aspira en esta nueva época.
La educación hoy debe romper esquemas, teniendo un carácter formativo y transformador, también informativo. En tal sentido se deberá decidir de qué manera se implementan las políticas existentes y que los planes no queden en aspiraciones como lo fueron en otras épocas, donde se desarrollaron unos planes teóricos “excelentes” y no se aterrizaron en acciones concretas de atención específica a los estudiantes y docentes.
Acciones de las DRE y UGEL
Replanteemos las diversas acciones de las DRE y UGEL, cuya función no solo sea normativa, si no que acompañen la implementación, creadoras y transformadoras de la educación en sus territorios, con la capacidad de forjar acciones que tome en cuenta la realidad local. Forjemos una gestión educativa horizontal.
Necesitamos creer en nuestros directores y docentes, que son ellos quienes aportaran o no al cambio en las distintas comunidades. Son ellos quienes deben plantear las acciones básicas para afrontar los retos de una educación que repercuta en la formación integral del estudiante, atendiendo sus principales necesidades humanas – inteligencia y voluntad- y pueda ser partícipe del cambio social que se necesita.
Necesitamos regular el uso y desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación y las diferentes posibilidades que nos brinda la red para aprovecharla en la educación.
Necesitamos rescatar y desarrollar una cultura lectora, en los diferentes niveles y modalidades de estudio, así como en los niveles superiores, mediante las diversas formas: físicas y tecnológicas. Las que contribuyan a mejorar los conocimientos y fortalezcan su participación ciudadana en sus diferentes roles.
Necesitamos emprender una mirada holística e integral de la educación y que atienda a las realidades de cada contexto, donde las instituciones educativas cumplan el rol como transformadoras de la sociedad, en los ámbitos urbanos, rurales y contextos bilingües desde sus propias planificaciones basadas en la realidad del estudiante.
Necesitamos organizar a los docentes según los distintos contextos. Siendo más realistas, nuestro Perú es tan diverso. Miremos entonces esa diversidad y fortalezcamos e implementemos políticas en atención a esas realidades.
Finalmente, fijemos la mirada en esos actores principales- estudiantes y docentes- y unamos los esfuerzos desde nuestros roles como Estado, es la base principal. Es decir, que las distintas instancias del gobierno asuman con mayor responsabilidad en sus planes respectivos la atención a las necesidades fundamentales de la población, para “Educar para transformar la sociedad”. En tal sentido, reflexionemos y avancemos, las nuevas generaciones nos lo agradecerán.