Compartimos esta entrevista de David Pereda, publicada el domingo 22 de noviembre en el diario La República, al actual ministro de Educación, Ricardo Cuenca, sicólogo social, ex director general e investigador principal del Instituto de Estudios Peruanos. Ha sido profesor del Departamento de Educación de la Universidad Peruana Cayetano Heredia:
El ministro anuncia próximos acercamientos al Congreso para avanzar en la agenda de su sector y evitar iniciativas populistas que crispen la relación entre el nuevo Ejecutivo y el Legislativo.
He encontrado un ministerio muy ordenado. Facilita el proceso de trabajo. Es agobiante porque es un sector muy grande, pero encontrar la situación ordenada y trabajar sobre eso ayudará a que el paso de la academia a la gestión sea más fácil.
Una de las primeras reuniones que tuve fue para evaluar lo que pasó con las tablets. Felizmente se está retomando. Hay 60 mil en camino y 10 mil en los colegios. Esperamos hasta diciembre entregarlas todas. Hay que romper con la idea de que este es un año escolar calendario. Hay que mirarlo distinto, por eso hay actividades en enero, febrero, marzo, abril y mayo para compensar carencias. El uso de las tablets será muy potente en lo que viene. El año se acabará en el otro diciembre.
¿Qué énfasis le dará a su gestión en el Ministerio?
El compromiso principal es tener un año escolar seguro y flexible el próximo (2021) para la educación básica y la superior. Para eso hay un paquete de experiencias que se han venido haciendo, pero también convocando a otros actores que ayuden a pensar este otro sistema. Una de las cuestiones más positivas que ha salido de todo esto es que en el sector educación es posible trabajar en conjunto.
¿Estuvo en riesgo la reforma universitaria con el gabinete Flores-Aráoz?
Lo ha estado desde el 2014. Hay varios asedios. Hemos tenido en el Congreso anterior y este muchas iniciativas para trasformar la reforma. Es perfectible, pero no debemos retroceder.
¿Hubo particular riesgo en el gabinete Flores-Aráoz o fue un fantasma de unos sectores?
Fue un riesgo porque es la misma manera en que se ha ido pensando que debía evitarse la reforma. Hay una corriente que piensa que no debe funcionar.
¿Está a salvo esa reforma?
Por lo menos vamos a defenderla profundamente.
¿Qué mejoras le haría?
He dicho que necesitamos un Viceministerio de Educación Superior porque sin ello la reforma se va a caer. Hace semanas, el Ministerio había sometido a consulta pública un cambio que incluye esto. Es una continuidad interesante para quienes creemos que esto funcione. Lo otro es una articulación en el sistema de calidad: fortalecimiento de Sunedu y Sineace. La próxima semana tenemos una reunión.
Se pisaban los pasadores.
Exacto. Hay que ordenar eso. Es un proceso. Perú es uno de los países que están diseñando de modo más sensato y tranquilo un sistema de aseguramiento de la calidad que se necesita.
¿Y qué otras reformas y prioridades hay en su sector?
Me prometí no empezar algo nuevo porque no lo acabaríamos. En el inicio de un año escolar flexible y seguro se pueden incluir cosas como una idea clara de cómo fortalecer la profesión docente al fortalecer la reforma docente, con programas de capacitación más adaptados.
¿Ya podemos prever cómo será el 2021: presencial, no presencial o quizá mixto?
La idea inicial es tener la flexibilidad de poder movernos en esas tres modalidades. La decisión no es solo pedagógica sino social. Necesitamos tener información muy territorializada. Esto nos permitirá decidir que en algunas zonas haya presencialidad,en otras modalidad mixta o mantener lo virtual.
¿Y la infraestructura? Se tienen que lavar las manos y hay colegios que no tienen servicios.
La próxima semana tendremos absoluta claridad de cómo manejaremos tres niveles: dotación de infraestructura necesaria, paquetes de kits sanitarios para suplir carencias y hacer una iversión en las escuelas.
¿Habrá impulso al ideal de 6% de presupuesto en educación?
Quisiéramos pero tenemos un año duro y la reactivación es fundamental para gastar. El 6% es bandera pero quizá necesitamos más. No veo tan posible llegar a esa cifra rápido, pero no hay que perder el camino a eso.
¿Cuál ha sido el impacto de la pandemia en el sector en sus aspectos significativos?
La pandemia ha mostrado la desigualdad. Se alertó de que 300 mil jóvenes dejarían la educación remota. En el 2019, el abandono era 6 de cada 10. Habrá aumento de deserción pero no cambia tanto. Hay colegios privados muy golpeados, sobre todo los de bajo costo. Los estudiantes se han trasladado a la escuela pública. Probablemente eso sea más permanente luego.
¿Hay posibilidad de apoyo económico a colegios privados?
Se discutió el primer semestre y se optó por fortalecer la escuela pública: lo que hago es recibir. Creo que hay que seguir fortaleciendo la escuela pública.
¿Cuál será su relación con grupos anti enfoque de género?
El enfoque de género es un aspecto de ciudadanía plena. Con otros actores siempre es posible discutir con argumentos. Mi disposición es permanente a estar en ese diálogo. La discrepancia no tiene que separarnos.
Ha dicho que el curso de Religión no ayuda al pensamiento crítico. ¿Lo eliminaría?
De ninguna manera. Pido disculpas a quienes se han sentido heridos por ese comentario. Era un análisis sobre cómo algunos cursos aportaban o no al pensamiento crítico. Eso no significa que esté en contra de ese curso. No hay peligro ni posibilidad de hacer transformaciones curriculares en pocos meses.
¿Cómo se relacionará con el Congreso y sus intereses?
Partiendo de la idea de que es posible establecer diálogos que nos deben llevar a acuerdos. Tengo la mayor disponibilidad y creo que la comisión del Congreso también de reconocer que en esta situación particular hay que remar hacia un lado. Les plantearé lo que deberíamos hacer en esta idea de seguir en las reformas.
¿Qué le parece como inicio que la comisión de Educación apruebe aumentar a 100% la CTS de los maestros?
Hay que fortalecer la carrera pública de los docentes, pero ser realistas. Hacer lo que plantean es cinco veces el presupuesto del sector. Es imposible.
¿Cómo frenar esa vocación populista en el Congreso?
Creo mucho en los argumentos y que si conversamos sobre la base de números podemos buscar alternativas para avanzar en los derechos laborales de los maestros pero de forma realista.
Foto: La República.