Desafíos de la EIB durante la emergencia sanitaria en perspectiva de un nuevo escenario pos pandemia- Julio 2020
El colectivo Equidad y Diversidad (E&D) se conformó en el año 2018 con el objetivo de hacer vigilancia y aportes a la implementación de la Educación Intercultural Bilingüe y Educación Rural. Esta conformado por instituciones, organizaciones y personas de la sociedad civil que compartimos el interés y compromiso por la Educación Intercultural Bilingüe y en general por las políticas de equidad y el cierre de brechas.
En ese camino, realizamos aportes a la implementación de la Política Nacional de Educación Intercultural Bilingüe, generamos propuestas, propiciamos diálogos y debates dentro y fuera del colectivo. Un hito importante en esta ruta es la organización en coordinación con DIGEIBIRA de los balances anuales de implementación de la política sobre la base de una matriz de indicadores nacionales y regionales, estos eventos han congregado a diversos actores de la sociedad civil, el Estado, las organizaciones indígenas, así a como actores regionales reunidos con el ánimo de visibilizar los avances y las dificultades en la implementación de la política EIB. A partir de lo anterior, buscamos generar una agenda de prioridades para incidir en cambios que hagan posible una mejor educación de las niñas, niños y jóvenes de los pueblos originarios, acorde con sus intereses, necesidades y cosmovisiones.
Reconociendo los esfuerzos del Ministerio de Educación y particularmente de DIGEIBIRA para garantizar la provisión y el funcionamiento y de los servicios educativos a través de una plataforma multicanal que promueve el desarrollo de la EIB durante la emergencia sanitaria, el colectivo E&D comparte este documento que es el resultado de la discusión en torno a la propuesta pedagógica compartida por DIGEIBIRA. Su propósito es aportar a estas iniciativas resituando la EIB en el espacio fundamental donde se desarrolla ahora la experiencia educativa, que no solo es la casa o la escuela sino la chacra, el bosque y otros espacios productivos y de con-vivencia que garantizan la pervivencia de las familias y comunidades.
Los desafíos que supone el funcionamiento de los servicios educativos en un escenario de emergencia sanitaria encuentran en los ámbitos rurales y de pueblos indígenas una complejidad mayor que suscita una tensión entre – por un lado – la prestación de los servicios educativos y – por otro – la organización, ciclo de vida de las comunidades, estudiantes, familias y los docentes de las escuelas. De ahí, la necesidad de visibilizar estas múltiples dimensiones para comprender y enfrentar como colectividad los hechos y efectos de esta situación global.
1.Desafíos de la EIB, la educación a distancia y la nueva normalidad más allá de la pandemia
La crisis sanitaria, en términos educativos ha develado las grandes brechas e inequidades en el país sobre todo en relación con las áreas rurales y de pueblos indígenas. A la insuficiencia y en ocasiones precariedad de los servicios educativos en condiciones de presencialidad, se suma ahora la complejidad de brindar los mismos de manera remota con agravantes como el poco acceso a la conectividad vía internet; las limitaciones de los medios radiales y televisivos en tanto vía unidireccional de transmisión de contenidos pero que no garantiza la interacción docente- alumno, clave en el proceso de enseñanza aprendizaje, la brecha digital que se expresa en el escaso acceso y uso de las TIC por parte de las niñas, niños y adolescentes de áreas rurales y de pueblo indígenas, incluso de los propios docentes.
En este escenario, es loable la iniciativa del Ministerio de Educación (Minedu) por ofrecer una propuesta de educación remota a través de una multiplataforma que contempla la radio, la televisión, e internet a la cual se suma ahora el uso de las Tablet. Sin embargo, se requiere una decidida acción multisectorial importante para garantizar el acceso universal a Internet, el desarrollo de competencias digitales y el cierre de brechas en el acceso y uso de la tecnología.
Por otro lado, una de las lecciones aprendidas de esta crisis es que la educación a distancia no debe verse solo como una respuesta coyuntural al contexto, sino debe ser parte de los servicios educativos definidos en las políticas priorizadas por el sector y en el mediano plazo debe complementar la educación presencial para ello se requiere desarrollar como país una propuesta de educación a distancia sostenible, garantizar el acceso a la conectividad vía Internet sobre todo en áreas rurales, desarrollar procesos formativos en la metodología e-learning y sobre todo, explorar su aplicación en el contexto de pueblos indígenas considerando la gran diversidad cultural, lingüística y de saberes.
Sin embargo, la crisis sanitaria también ha generado algunos efectos colaterales positivos sobre todo para los ámbitos de comunidad y los pueblos indígenas. El tiempo de convivencia con la familia y en la comunidad ha permitido recuperar espacios para la educación comunitaria y promover la transmisión intergeneracional de saberes en la lógica de las familias, la observación, la escucha y la práctica.
Ahora bien, esta nueva convivencia no esta exenta de problemáticas. A la evidencia de los daños a la biodiversidad con la consecuente erosión de los suelos y la ausencia de peces y animales en los bosques, se suma los movimientos de retorno a las comunidades por parte de algunos de sus miembros que en su momento migraron pero que en este contexto encuentran condiciones poco sostenibles para la sobrevivencia en los contextos urbanos. Estos y otros desafíos de la ruralidad y conservación de la biodiversidad deben contar con el apoyo activo del Estado y deben ser temáticas abordadas desde la educación.
En este contexto, la escuela tiene la responsabilidad de poner en evidencia que los saberes comunitarios son legítimos y necesarios para la vida, tan importantes como el desarrollo de las competencias curriculares. La negación permanente de estos saberes y su contribución a la formación integral, al desarrollo de una ciudadanía intercultural y a la vida sostenible en el planeta, han menoscabado a su vez la capacidad de agencia de los pueblos indígenas debilitando su capacidad organizativa y su sistema de conocimientos sobre todo entre los más jóvenes.
Aspiramos a que un proyecto educativo intercultural aporte a la formación de ciudadanos libres, críticos, capaces de construir ciudadanía activa y de enfrentar de manera solidaria situaciones como las que vivimos en la actualidad. En este esfuerzo es necesario repensar el modelo educativo y no trasladar las deficiencias y vacíos del modelo actual a los entornos virtuales.
2.Reflexiones en torno a la propuesta pedagógica para la EIB y áreas rurales
Se requiere un abordaje curricular con criterios de flexibilidad y sumamente contextualizado, priorizando las capacidades y aprendizajes pertinentes para afrontar esta situación. Proponemos como prioridad:
- La necesidad de colocar al sujeto como centralidad, con derechos, con agencia, como ser en desarrollo, puesto y visto en un hogar dentro de un territorio, nunca fuera de él.
- La protección y nueva convivialidad libre de toda forma de violencia, donde el respeto a las diversidades, la solidaridad y la interdependencia consoliden una convivencia de CRIANZA y CUIDADO de la VIDA.
- La priorización de la metodología de proyectos, articulando el desarrollo de competencias, en el marco del dialogo de saberes, con la vivencia en las chacras y bosques, el calendario comunal, los saberes vinculados al cuidado de la salud, la suficiencia alimentaria, biodiversidad, etc.
- Los procesos de retorno de los migrantes a sus comunidades, y sus efectos en el reordenamiento de la organización comunitaria y conflictos de convivencia inevitables.
- Merece especial atención determinar cómo serían los procesos pedagógicos de educación remota en contextos de escuelas unidocentes y multigrado, dado que ellas necesitan un tratamiento pedagógico diferenciado de las polidocentes.
- Las formas de afrontar solidariamente la crisis que están viviendo las comunidades ante la enorme precarización de fuentes de ingreso y la caída del empleo.
- Plantear críticamente lo que el COVID-19 ha puesto en evidencia: el modelo neoliberal no está favoreciendo la vida de los pueblos originarios y sí los intereses de los grandes capitales nacionales y extranjeros. Es necesario cuestionar las inequidades y sometimiento sostenidos en la historia de nuestro país que ha dejado fuera del sistema educativo, los conocimientos, saberes y demandas otras de los pueblos originarios.
3.Consideraciones sobre la propuesta pedagógica
La propuesta pedagógica planteada por la DIGEIBIRA en el escenario actual de emergencia sanitaria debiera:
- Valorar que en el modelo educativo lo que está en juego son culturas educativas en interacción, y que se precisa el diálogo de saberes como un encuentro de cosmovisiones entre lo que está dándose en la comunidad y lo que propondrá la Tablet y la educación remota. De dicho diálogo y reconocimiento, tendrían que definirse las situaciones significativas, secuencias didácticas y los actores educativos.
- En la medida que la escuela ha generado una visión y expectativa de vida fuera de la comunidad, es necesario trabajar con los niños y los jóvenes en las potencialidades de sus propios territorios y comunidades, como espacios de aprendizaje y regeneración de conocimientos en donde los saberes propios puestos en dialogo pueden transitar de manera fluida entre lo local y lo global. En ese sentido, las situaciones significativas deben partir del interés, necesidades y expectativas de los estudiantes y su contexto.
- Aprovechar la oportunidad de que las familias tienen más espacios de estar con sus hijos y no pretender encajar a la familia en lo que la escuela quiere. Los tiempos de la educación hay que pensarlos en dos espacios: aquellos que se dan fuera de la escuela y otros en el tiempo de interacción con las tablet y los libros con la ayuda de los docentes, desarrollando los aprendizajes escolares con base en las vivencias comunitarias. La mejor forma de lograrlo es a través de proyectos educativos. Las situaciones significativas deben definirse sobre la base de los intereses de las y los participantes, por tanto, aquí juega un rol el docente y otros actores educativos, como sabias y sabios, educadores comunitarios, así como los propios niños, niñas y adolescentes protagonistas desde una metodología de educación entre pares.
- Hay que revalorar el papel del gestor comunitario intercultural y entre ellos, los jóvenes alfabetizados con una certificación en los espacios locales. La idea fundamental a la base no es “escolarizar el hogar, sino desescolarizar la educación y constituirla en un bien comunitario”. Esto lleva a reposicionar a la educación comunitaria y a la educación a distancia, que no solo cobran relevancia durante la pandemia y el aislamiento social, sino que se potencia su valor como parte de las alternativas educativas presentes y en desarrollo. 4. El rol docente y los gestores comunitarios
- En la propuesta pedagógica, se limita el rol docente a los procesos de retroalimentación principalmente, depositando gran parte de las interacciones para el aprendizaje en la tablet. Esta herramienta se presenta como guía del trabajo del estudiante, orienta la articulación del trabajo con los textos, otras tecnologías y la acción docente. Nuestra propuesta es que la tablet incluya información pertinente y motivadora para que las y los docentes la empleen pedagógicamente de acuerdo con las dimensiones o ejes priorizados en el desarrollo de los aprendizajes.
- Consideramos complejo que la instancia nacional pueda prever secuencias didácticas pertinentes y relevantes pensadas para la gran diversidad de contextos, por lo que debe prepararse a los docentes para un uso activo de las tablet, considerando aplicaciones donde también puedan generar secuencias didácticas adecuadas a las demandas del contexto y las necesidades de aprendizaje del estudiante, definir situaciones significativas y articular diversos recursos en función del logro de aprendizajes.
- El rol del docente no debiera limitarse al de un simple informante que asume la función burocrática de colectar documentos y generar evidencias. El docente debe mantener su rol de mediador en los procesos de aprendizaje a partir de los recursos de información que brinda la tablet y los textos, con la finalidad de generar situaciones de análisis y reflexión que lleve a nueva producción de conocimientos críticos. Implica además considerar un rol emergente de otros actores sociales del contexto familiar y comunitario como educadores comunitarios: sabias y sabios, familias, jóvenes promoviendo diálogos intergeneracionales para que la acción de aprender se constituya en un acto colectivo que se sostiene en las formas de construcción del saber local propias.
- En ese sentido, es necesario tener en cuenta que los niños, niñas y jóvenes de zonas rurales conciben que aprender es lo que la escuela les brinda, y lo que esta fuera son solo experiencias, por tanto, ahora emerge como oportunidad resignificar esa concepción de aprendizaje, generando redes de construcción de conocimiento y de aprendizaje desde la comunidad. En esta cruzada es posible incorporar en los aprendizajes en la casa, la chacra, el bosque y la comunidad a los egresados de las carreras de EIB de diversas universidades e institutos pedagógicos que no fueron acogidos por el sistema para integrarse a esta red educativa aportando, por ejemplo, su manejo de las nuevas tecnologías, el apoyo a los docentes contratados y a las familias desde acciones de orientación itinerante, además de realizar visitas domiciliarias a los estudiantes.
- Asimismo, se revalora el rol del gestor comunitario, quien puede hacer el puente entre lo pedagógico y lo comunitario, previendo cómo se identifica a este educador y si debiera ser remunerado como en muchas experiencias de otros países, dándole el rol de animar, acompañar, comunicar, es decir como nexo entre docentes y estudiantes.
5.Gestión de la propuesta
- Se requiere una caracterización del contexto más precisa, lo que implicaría además definir las condiciones y características de los estudiantes, las ideologías familiares asentadas sobre el uso de las TIC que van a intervenir en este nivel donde ya no puede entrar el docente ni el Minedu, pero sí pueden preveer y orientar. Por ejemplo, el uso preferente de los hombres en perjuicio de las mujeres, sobre todo cuando las tablets van a ser de uso por varios hermanos varones y mujeres dentro de la familia.
- Esta caracterización es clave para asumir el desafío del aprendizaje remoto, así como la identificación de sus intereses y demandas como parte de un contexto rural particular en situación de emergencia sanitaria, de tal manera que el modelo pedagógico que se diseñe guarde empatía con esa situación que viven los estudiantes. Recién entonces, se puede contar con un plan de implementación que establezca los roles que van a tener los órganos descentralizados del sector, asumiendo que el órgano de gestión más cercano al territorio es clave en el acompañamiento y monitoreo de la propuesta y que también difieren en recursos y capacidades.
- Asimismo, el esfuerzo del Minedu debe ser intersectorial articulando, por ejemplo, con los programas sociales, MIMP y Salud, para tender puentes de diálogo con las posibilidades formativas que esos espacios brindan. Esto implicaría aprovechar estas oportunidades yendo más allá del marco del currículo.
- Desde esta perspectiva, es posible impulsar una gestión más participativa con el aporte de los actores del territorio: familias, UGEL, ONG, jóvenes y autoridades comunales sumándose en una gran cruzada por los aprendizajes de los niños y niñas. Esto implica descentralizar la función educativa para llegar con propuestas reales que se enriquecen con la inclusión de estos actores para garantizar la educación de calidad. Que lo educativo sea una preocupación de todos, dado que hay colectivos que pueden aportar, en redes de protección, seguridad alimentaria, soberanía territorial, protección de ecosistemas, cadenas productivas, etc.
- En términos de gestión implica reconocer a las comunidades como espacios educativos a través de convenios comunitarios. Tender puentes y tener claridad sobre lo que es competencia de la comunidad y competencia de la escuela, manteniendo espacios propios. Es preciso decantar las responsabilidades del sector educación en esta iniciativa articulada, porque hay otras esferas como la de las comunidades de pueblos originarios, que debe involucrarse en revitalizar sus sabidurías.
- Un hecho preocupante en términos de gestión es que se ha diluido las formas de atención, lo que responde a esta situación de excepcionalidad, es necesario que se recuperen cuando haya presencialidad, reconociendo que, desde antes de la pandemia, había dificultades para implementar estas formas de atención contempladas en el Modelo de Servicio EIB.
6. Sobre el uso de las tecnologías y su valor agregado
- Existen otras tecnologías que pueden potencializarse para el aprendizaje y que se usan actualmente en los contextos rurales: teléfonos y radios comunitarias, celulares útiles para desarrollar interacciones comunicativas ágiles, con abundancia de recursos como audios, fotos, videos cortos y que garantizan una acción sincrónica.
- Es de considerar si los docentes contarán con las herramientas tecnológicas necesarias y si están preparados para su uso. En el campo de la formación para la educación a distancia en contextos rurales y de escuelas EIB se propone aprovechar las experiencias que se vienen desarrollando por universidades e institutos pedagógicos, incorporando la tecnología disponible en los territorios, desde modelos que superen la orientación a veces conductista de la educación a distancia, y que promuevan el desarrollo de proyectos específicos de aprendizaje en la misma formación para ejemplificar su uso en la praxis pedagógica, otorgándole una dimensión más constructiva al aprendizaje.
7. Recomendaciones
El colectivo E&D alcanza las siguientes recomendaciones:
- Flexibilizar la propuesta pedagógica y el uso de sus estrategias de soporte: Aprendo en casa y uso de tablet, en el sentido de hacer posible el despliegue creativo e innovador de las y los docentes junto con otros actores comunitarios y locales capaces de aportar a la educación de las niñas, niños y jóvenes, de tal forma que las distintas demandas de educación puedan tener respuesta desde la gestión pedagógica comunitaria.
- Abordar amplia e integralmente el currículo general para las escuelas EIB y rurales para que pueda ser viable durante la emergencia sanitaria y en tránsito hacia una educación pertinente, comunitaria, intercultural centrada en las niñas, niños y jóvenes, vistos dentro de sus territorios y nunca fuera de ellos, considerando que las adecuaciones se apoyarán en las TIC y les permitirán encarar el mundo globalizado desde sus culturas sin tener que abandonarlas. Por tanto, el currículo debe ser suficientemente flexible para fortalecer la gestión curricular en las escuelas y colegios.
- Abrir paso a una gestión comunitaria de la educación, propiciando la interacción entre las UGELs y las comunidades, que expresen por un lado los intereses comunitarios y por otro, lo que sea capaz de ofrecer el sistema educativo, además de los compromisos mutuos que pongan por delante las demandas de los pueblos originarios y de las mismas niñas, niños y jóvenes.
- Establecer compromisos con las Universidades e Institutos Pedagógicos con carreras de educación intercultural bilingüe para la movilización de estudiantes en las escuelas EIB y rurales capaces de colaborar en la implementación de la propuesta pedagógica. Asimismo, la experiencia pre profesional o profesional de los egresados debiera fortalecerlos en su formación y compromisos en los nuevos contextos.
- Realizar en coordinación con el CONEIB una serie de eventos de reflexión y discusión en torno a la educación, la EIB, los pueblos originarios en el actual contexto y los desafíos para la EIB.
- Desarrollar una estrategia comunicacional clara identificando diversos mensajes claves y concretos que orienten la labor de las DRE, UGEL, directores, docentes, así como la importancia del acompañamiento y soporte emocional de las comunidades y familias hacia los estudiantes.