Por Eliana Carlín Ronquillo
Los nuevos aires en el Ministerio de Educación han tomado por sorpresa a propios y extraños. La gestión de Martín Benavides le da un peso particular a la educación superior en general y a la educación superior universitaria. Con la Sunedu, muy cerca de terminar el proceso de licenciamiento institucional de las universidades públicas y privadas, la nueva gestión del Minedu se enfrenta al momento de cierre de algunas, y de una nueva búsqueda de licenciamiento por parte de otras. El primer proceso viene de la mano con la necesidad de gestionar eficientemente a los estudiantes que tendrán que trasladarse a otras instituciones para culminar sus estudios superiores.
Las universidades no institucionalizadas son un asunto al que se le presta poca atención, pese a ser 21 a nivel nacional. En estas, las autoridades no son elegidas dentro de la comunidad universitaria, sino, más bien, son designadas por el Minedu. Dentro de este grupo se encuentran las cuatro universidades interculturales que tienen el enorme desafío de atender con pertinencia intercultural a los estudiantes locales en las zonas de Pucallpa, Bagua, Quillabamba y Chanchamayo, con una oferta educativa articulada al mercado local y con una propuesta seria de formación e investigación orientadas al desarrollo de sus zonas de influencia.