Patricia Correa Arangoitia
Educadora
Ica, es una de las regiones más productivas del país sustentando su desarrollo socioeconómico, principalmente, en los sectores: agropecuario, pesquero, turístico, industrial y minero. Asimismo, posee uno de los ingresos per cápita más altos con una población que asciende a 850,765 habitantes, representando el 2,5% de la población a nivel nacional .
La agricultura es el segundo sector económico que genera más empleo en el Perú. Según la Cámara de Comercio de Ica, se estima que dicha actividad emplea directamente a nivel regional al 25% de la población económicamente activa y, de manera indirecta, a la mitad de la fuerza laboral. Ello evidencia que los beneficios de la agroindustria tienen una conexión estrecha con la economía local, ubicándose como la 2º región agroexportadora del Perú, después de La Libertad . Dicho en cifras, las agroexportaciones iqueñas, pasaron de US$82 millones en el año 2000 a más de US$890 millones en el 2016, en 10 años y las hectáreas cultivadas aumentaron de 15 mil a más de 33 mil en el mismo periodo de tiempo.
Por su parte, la actividad minera también representa un ingreso importante para la región. Según el portal Transparencia del Ministerio de Economía y Finanzas, en el 2018 la región Ica recibió S/ 41’725,884.81 por concepto de Canon Minero, siendo una de las regiones que reciben canon, sobrecanon, regalías, renta de aduanas y participaciones.
En cuanto a turismo interno, según estimaciones del Ministerio de Turismo, durante el 2018 se realizaron más de 3 millones de viajes teniendo como destino a la región Ica, lo cual representa el 6,8% del total de viajes a nivel nacional, convirtiéndola en la tercera región más visitada por turismo interno.
No hay duda que estamos frente a una región del país con gran potencial y evidente crecimiento económico, sin embargo habría de preguntarnos ¿Será ello suficiente para lograr el desarrollo sostenible al que aspiramos? Aquí vale analizar los buenos resultados arriba descritos que contrastan con una realidad educativa que no pasa desapercibida. A nivel de educación secundaria, según los resultados de la Evaluación Censal 2018, solo el 16% de nuestros estudiantes de segundo grado de secundaria alcanzan el nivel satisfactorio en lectura y el 17% alcanza en grado satisfactorio de Matemática y el 8.4 % en ciencia y tecnología, lo que refleja sin duda el desafio que tenemos en la educación secundaria para permitir a los jovenes tener mejores oportunidades en la vida.
En cuanto a educación superior los datos tampoco son alentadores. La Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica – UNICA, brinda educación a 18,522 estudiantes, cuya formación está a cargo de 982 docentes y 779 administrativos, destinándose un presupuesto anual de 147 millones de soles, sin embargo la actividad de investigación que – según la Constitución Política del Perú – es uno de sus fines al igual que la creación intelectual y artística, la investigación científica y tecnológica y la formación profesional y cultural, parece no cumplirse para este caso. En el año 2018, se contaba con menos del 1 % de docentes investigadores del total existente en la UNICA y a los cuales se les asignaban bonos por esta actividad.
Entonces, teniendo un potencial regional económico grande, ¿cómo se explica que nuestra primera casa de estudios no esté dedicada a producir conocimiento? En el mismo sentido, también podemos preguntarnos, ¿cuál es el rol de la Universidad San Luis Gonzaga de Ica en el desarrollo de la región y el país? ¿Cuánto aporta ella al desarrollo, la cultura y el crecimiento económico regional y cómo esta entra en correlato con la calidad de la educacion de los iqueños e iqueñas?
La UNICA, en una región con grandes ingresos económicas, debería convertirse en el principal centro de investigación para el desarrollo económico social, cultural de la región, creando patentes, promoviendo una industria extractiva responsable, generando valor agregado a nuestros productos bandera y contribuyendo a responder con propuestas a los problemas de la región.
Debemos señalar sin embargo, que la educación superior no se circunscribe solo a la universidad; los Institutos tecnológicos de educación superior son también claves para el desarrollo técnico productivo de Ica, igual que los institutos superiores pedagógicos y las propias escuelas de Música y Arte, por tanto, el crecimiento económico debe permitir el desarrollo de todos los campos del saber. El conocimiento, el arte, la cultura y el deporte son parte de ello.
De cara al futuro, existe la urgente necesidad de construir un nuevo pacto regional por la educación, en donde los estudiantes sientan que la educación básica y superior aportan y hacen posible sus proyectos de vida y los de su comunidad; por lo tanto, debemos recuperar y honrar los principios que inspiraron e hicieron posible la creación de la UNICA hace más de 60 años y ello será posible si refundamos nuestra casa de estudios de la mano de las instancias de gobierno regional, local, provincial y distrital, estrechamente vinculadas a la sociedad civil organizada. En este propósito juegan un rol importante las organizaciones empresariales, culturales y gremiales, en donde el protagonismo de los estudiantes, padres de familia, docentes, resultarán decisivos para asumir los desafíos que el actual contexto demanda.
Finalmente, solo podremos hablar de desarrollo descentralizado si logramos que nuestras instituciones educativas vayan a la par con el desarrollo regional, el humanismo y el crecimiento económico, de lo contrario nada será sostenible. Es frente a ese gran desafío en donde necesitamos construir un nuevo sistema regional de educación de calidad vinculada al desarrollo de nuestra entrañable y querida Ica. Ahora es cuando.