Son numerosos los problemas y retos que enfrentan diariamente los niños y adolescentes del país, que los exponen a muchos peligros e incluso la muerte, los que podrían reducirse considerablemente con la aplicación del enfoque de igualdad de género en las escuelas.
Así lo manifestaron Ana Rosa Cárdenas (16 años), alcaldesa distrital de los municipios escolares de San Juan de Lurigancho, y José Luis Bernilla (17 años) integrante del Comité Metropolitano de Estudiantes (Comete) de dicho distrito. Ambos ganaron recientemente un concurso internacional para representar al Perú en el encuentro juvenil Concausa, organizado por Cepal, Unicef y América Solidaria.
Antes de partir a Chile, donde discutirán sobre la mejora de la educación en las escuelas, lamentaron que no se les convoque para debatir sobre la aplicación del enfoque de igualdad de género, porque nadie mejor que ellos para saber a lo que se enfrentan diariamente: discriminación, bullying, cutting (hacerse cortes en el cuerpo), embarazo temprano, violaciones sexual de familiares, violencia silenciosa, entre otros problemas.
“Muchos analistas hablan y trabajan el tema, pero ninguno nos ha llamado para saber qué nos pasa; ellos no son los que están sufriendo. Ninguno de ellos vive nuestra problemática. Solo nosotros, pero nadie habla con los colectivos juveniles para saber qué tienen decir al respecto”, detalló José Luis. Indicó que la discriminación se observa dentro y fuera de las aulas, en comentarios de los profesores y padres de familia, que no ayudan con el cambio.
“En mi colegio hay mucha discriminación contra los chicos y chicas que muestran una diversidad sexual. Lo hacen mediante insultos, malas palabras o comentarios. Por ejemplo, el profesor de educación física le dijo a un compañero que no podía jugar fútbol porque era muy delicado y que él solo podía jugar vóley. Otro dijo le dijo a un compañero que se mueve como una mujer porque era gay”.
Comentó que antes esos comentarios eran aceptados, pero ahora los mismos chicos dicen “de qué está hablando, porque ya hemos trabajado el tema en las aulas. Los adultos no saben que todos son iguales y que no nos pueden decir qué podemos hacer por ser hombres o mujeres. Eso es discriminación”.
No nos sentimos seguros. Por su parte, Ana Rosa dijo que el enfoque de igualdad de género impediría que más niñas sean abusadas en sus casas o terminen embarazadas, porque actualmente se les educa en la sumisión y obediencia a los hombres, desconociendo que ellas también pueden decir “no” a muchas cosas.
“En nuestro distrito existe un alto índice de embarazo adolescente y muchas violaciones, como es el caso de Jimenita, de apenas 11 años, que fue violada por su tío y abuelo. Muchas veces nos sentimos frustradas, asustadas, mirando a cada lado para evitar que nos pase algo”.