Por Richard Hurtado*
Exploro el caso de directores y subdirectores de instituciones educativas desaprobados por factor licencia. El año 2015 llegué por invitación del gobernador regional, al cargo de director regional de Educación de Apurímac, y fue algo que no estaba en mi planificación, pero por esos designios de la vida y de la profesión de docente, llegué a ese meritorio puesto. El tema fue que una de las propuestas de campaña en educación del entonces candidato a la presidencia regional, había sido precisamente designar como director de DRE y directores de UGEL a los profesores que ocuparían los primeros puestos en el concurso de directores y subdirectores de instituciones educativas. Entonces, como quedé en el puesto tres del ranking regional, fui nombrado director de DRE y siguiendo la misma consigna, propusimos como directores de UGEL a otros docentes que igualmente habían logrado puestos meritorios en sus respectivas provincias; y así en cadena, algunos directores de UGEL igualmente designaron como jefes del área de gestión pedagógica o gestión institucional a directores o subdirectores que ocuparon meritorios lugares en el concurso.
Traigo a colación este contexto, por que, en estos días, tres directores de ese entonces han sido desaprobados por haber pedido licencia sin goce de haber y haber ocupado cargos de confianza de director de UGEL, director de Gestión Pedagógica y Gestión Institucional; a pesar que solo estuvieron en el cargo de confianza algo más o menos de un año; porque después volvieron a sus cargos de directores de instituciones educativas, donde ahora son reconocidos por sus docentes , estudiantes y padres de familia por una buena gestión.
¿Será justo que un director que pidió licencia de un año o menos, que luego laboró y desarrolló una gestión exitosa como director de I.E., pueda ser desaprobado y luego sancionado con la etiqueta de “desaprobado en evaluación de cargo” y tener la condición de muerte civil? No podrá postular a otros cargos o ascender hasta nuevo aviso y esta es la situación en el país de cientos de buenos docentes y buenos directores, pero, que por alguna razón incompresible del equipo DITEN y DIED del Ministerio de Educación, que tienen el encargo de armar normativas y metodologías de evaluación, han sido privados de la meritocracia que debe ir ascenso en una Ley de Reforma Magisterial coherente, en un país unitario, descentralizado, pero diverso. Se debe valorar estas particularidades de estos docentes – directores, que sirvieron a su región, al sistema educativo peruano, en cargos de mayor responsabilidad.
Me imagino, al redactar esta nota, ¿que pasaría si al presidente Vizcarra se le ocurriese designar a un buen docente director, como Ministro en la cartera de educación, que espero ocurra pronto, como sucede en el sector salud, agricultura y otros, y luego es desaprobado en la evaluación de directivos de IE? Sería de Ripley, ¿no’, y con un titular en la prensa que diría: “Ministro de Educación es desaprobado como director de I.E.”. Algo tiene que pasar urgente en el Minedu, para tener mejor visión, un mayor criterio para abordar este y otros temas que se vienen haciendo visibles.
*Edugestor, ex director regional de educación de Apurímac
Foto referencial: Minedu