Por Eliana Revollar (para El Comercio)
La violencia contra las mujeres es uno de los problemas de mayor preocupación para la actual gestión de la Defensoría del Pueblo porque su expresión más grave es el feminicidio, hecho que sacude e interpela la conciencia ciudadana en nuestro país. En lo que va del año, se han registrado siete feminicidios y 12 tentativas en todo el país, las que se caracterizan por su gran crueldad y desprecio por la vida de las mujeres, principalmente en relaciones de pareja. Nuestra institución ha identificado que muchas de ellas habían denunciado actos previos de violencia; sin embargo, el Estado no activó los mecanismos oportunos y eficaces para protegerlas.
En este contexto, consideramos trascendental y prioritaria la incorporación del enfoque de igualdad de género en las políticas públicas, para identificar y desterrar las desigualdades que afectan de manera diferenciada a hombres y mujeres, que más adelante se transforman en actos de violencia física, psicológica, sexual y económica contra ellas.
Al Estado le corresponde garantizar una atención de calidad en los diversos casos de violencia contra las mujeres para que accedan a una justicia oportuna y efectiva; no obstante, resulta fundamental atacar las causas del problema, reforzando de modo consistente y coherente la política preventiva para disminuir la naturalización y tolerancia social hacia todas las formas de violencia contra las mujeres.
Desde la Defensoría del Pueblo, señalamos la importancia del rol estatal para priorizar una labor que contrarreste las formas de pensamiento y acción que reafirman estereotipos y roles de género, las mismas que colocan en una situación de vulnerabilidad y desventaja a las mujeres en todo nivel.
Para ver:
El Ministerio de Educación, junto con otras entidades del estado, promueven la presencia del enfoque de igualdad de género con la finalidad de reducir y erradicar los distintos tipos de violencia en nuestro país.
Tomado de El Comercio.