Compartimos el discurso de la directora regional de Educación de Tacna, Edith Anagua, en la ceremonia de Premiación del Concurso de Buenas Prácticas de Gestión Educativa en las DRE y UGEL 2018, realizado el pasado viernes 7 de setiembre, en el auditorio de Sencico:
Señor Ministro, Daniel Alfaro Paredes, Señor viceministro de Gestión Institucional, José Carlos Chávez Cuentas; directores y gerentes regionales de educación; directores de las unidades de gestión educativa local y equipos técnicos; directores del Ministerio de Educación; y público en general.
Agradezco el honor de mi designación para que en representación de las direcciones regionales y gerencias regionales de educación, finalistas en el Concurso de las Buenas Prácticas de Gestión Educativa 2018, pueda dirigirme a ustedes para expresar la satisfacción de celebrar el reconocimiento al trabajo creativo, innovador y exitoso que se realiza en las regiones.
Jorge Basadre, historiador tacneño, mencionaba que el “Perú es más grande que sus problemas”, y quienes creen efectivamente en ello, transforman los problemas en oportunidades para idear soluciones. Ese es el caso de los equipos de DRE y GRE, que desde sus problemas idearon formas de mejorar las condiciones de la comunidad educativa de su jurisdicción, ya sea para un buen inicio del año escolar como lo hizo Lima Metropolitana y La Libertad, o para acompañar a las escuelas y fortalecerlas en su gestión ideando sistemas como el MIA de Áncash, o trabajando en las formas de prevenir el embarazo en adolescentes y la violencia en las II.EE., y el programa Tutores de Ucayali y La Libertad respectivamente, o pensar en una mejor forma de atención y orientación al ciudadano especialmente al adulto mayor y con respeto a lengua de uso cotidiano, o cómo garantizar el derecho a la educación para todos y todas, especialmente a los más vulnerables y en riesgo de no tenerlo, que fue el problema específico que enfrentamos en mi región.
Resolver nuestro problema y cómo hacerlo nos significó plantear desde la DRE propuestas articuladas y de sinergias intersectoriales, comprometidas desde el gobierno regional, con la intervención de la inversión público-privada, alineados a la política nacional de cierre de brechas y en convenio con el Ministerio de Educación como ente rector y normativo. El resultado de esta suma de esfuerzos es una acción innovadora, intencionada, implementada con una metodología y resultados que pueden ser sostenidos en el tiempo.
Agradecemos al Minedu, no solo por el reconocimiento a la labor desempeñada, sino porque en el presente año nos ha dado la oportunidad a las direcciones y gerencias regionales de educación de participar en el Concurso de Buenas Prácticas de Gestión Educativa, pues se nos dio la posibilidad de mostrar lo que se puede hacer gestionando adecuadamente en una región, permitiendo además que las intervenciones propias puedan ser de todos, es decir replicables en similares contextos y sobre todo legitimadas por el propio Ministerio de Educación, que recoge lo que se gesta como iniciativa y propuesta del trabajo con el verdadero enfoque territorial.
Cómo no agradecer a los equipos de trabajo, aquellos que desde el lugar de acción, del nacional, regional o local, se involucraron, no por una recompensa, sino por hacer patria. Cuán grato es trabajar con personas comprometidas por la mejora de la calidad educativa, trabajo que nos hace sentir orgullosos y orgullosas por servir especialmente en el sector que mayores demandas tiene, pero que al mismo tiempo cuenta con equipos como los que el día de hoy están presentes, equipos que trabajan con vocación de servicio, que con esfuerzo, ingenio y creatividad vencen las adversidades del contexto, del tiempo, incluso de recursos, y son capaces de transformar la realidad, valores que debieran ser incluidos en la carrera de la meritocracia, pero con la medición de indicadores no se alcanzan. Aún así, hoy tenemos la oportunidad de ser agradecidos y reconocer en ellos la dedicación puesta por servir mejor a las personas, valorar los méritos por innovar, por demostrar coraje y valentía ante los problemas, por promover y contagiar esperanzas de servir cada día mejor que el anterior, por ser sensibles a la necesidad del otro, y por humildemente servir y hacerlo extraordinariamente bien.
Muchas gracias.
Setiembre, 2018