Por Óscar Marín García*
En todo el mundo existen alrededor de 184 países, más de 600 grupos de lenguas vivas y 5,000 grupos étnicos, lo cual indica que son escasos los países en los que los ciudadanos comparten el lenguaje y el grupo étnico. Esta situación conduce a pensar en la importancia de la Educación Intercultural Bilingüe (EIB) en el Perú, por tratarse de un país con diversidad étnica y lingüística. El interés por la EIB nació en la década de 1970 como un movimiento que exigía tanto una educación intercultural como la promoción de una política intercultural.
Así, adquirir el derecho a una educación en la lengua materna consiste en el mantenimiento de la lengua y la cultura de las comunidades. Por otro lado, el derecho a la propiedad colectiva de la tierra exige una reivindicación económica. Sin embargo, hemos identificado un problema en la constitución de la política de la EIB en el Perú, el riesgo de una propuesta de una política formal que la hace deficiente.
¿Por qué el peligro? Porque a pesar de que es una política nueva que ha tenido sus logros, no ha partido de los intereses individuales de los pueblos originarios y no responde a un presupuesto real que atienda a la gran demanda de la EIB.
Una segunda razón es el débil impacto que tiene la EIB en las escuelas, a raíz de que no existe un constante diagnóstico, monitoreo y evaluación. En la escuela aún las sesiones son dictadas en castellano, y solo dos horas en castellano y en quechua. La tercera razón es que existe un discurso que no permite el reconocimiento de las personas que integran las comunidades originarias. Se requiere elevar a los miembros de las diferentes culturas al estatuto de ciudadanos, dentro de una sociedad civil activa, con el fin de conseguir que sus reivindicaciones concuerden, sean reconocidas por los demás ciudadanos e impacten en las políticas de Estado y en la legislación.
La EIB requiere una metodología y una propuesta que incluyan los saberes que representan lo propio de las culturas ancestrales y que no solo reproduzcan un sistema que prioriza el razonamiento matemático y verbal desde el desarrollo de competencias, dejando de lado el desarrollo de otras capacidades, habilidades y actitudes que conducen a una educación variada, que responda a la formación de valores, la atención a las inteligencias múltiples y la creatividad.
El gran reto es apostar por la restitución del derecho a la cultura, que consiste en asegurar la libertad de los ciudadanos. La identificación de libertad y cultura son como caras de una sola moneda en la que el ciudadano amplía su capacidad de elegir cuando cuenta con la posibilidad de mantener su propia lengua. Por tanto, la importancia de la EIB en el Perú radica en la construcción de una ciudadanía que permita asegurar una participación activa en la creación de políticas.
*Coordinador de la Carrera de Educación Intercultural Bilingüe-UARM
Publicado en El Peruano.