Por Flor Pablo Medina
En su discurso de asunción del cargo, el presidente Martín Vizcarra volvió a encender la esperanza en la educación. Un sector marcado por la alta rotación de ministros -cuatro en menos de dos años-, por expectativas no satisfechas de los maestros que nos llevaron a una huelga de dos meses en el año 2017 y por procesos de negociación y acuerdos que aún están a la espera del diálogo y de trazar una ruta de solución. También, está pendiente dar respuestas a las demandas de un grupo de padres y madres de familia que reclaman la eliminación del “enfoque de igualdad de género” aprobado en el currículo nacional y que ponen en cuestión el rol del Minedu en la definición de las políticas educativas nacionales. Finalmente, superar la crisis de la Sunedu y avanzar en la implementación de la Ley Universitaria acogiendo las mejoras que sean necesarias.
Como lo ha señalado el presidente Vizcarra, es necesario gestar un “pacto social” por la educación; que permita a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes gozar de un servicio educativo de calidad, que favorezca su desarrollo integral, su formación ciudadana y en el caso de los más jóvenes y adultos habilitarlos a concretar sus proyectos de vida, alcanzar sus sueños y generar valor en las acciones que desarrollen en las diferentes esferas de sus vidas (personal, comunitaria, política y profesional). La tarea no es fácil, es por el contrario sumamente complejo gestionar un sector donde los intereses, los actores que intervienen y los procesos muchas veces se superponen y entran en conflicto.
En ese contexto, necesitamos una mirada estratégica que permita generar alianzas con los gobiernos regionales, con otros ministerios, con el sector privado, los gremios con padres y madres de familia, docentes y estudiantes. Urge hacer políticas educativas que dialoguen con las necesidades y las demandas de los actores y sus territorios. Las grandes líneas de reformas ya están trazadas en el Proyecto Educativo Nacional (equidad, aprendizajes, docentes, educación superior, gestión), lo que falta es profundizar en la gestión descentralizada, el financiamiento, el desarrollo de capacidades, y en fortalecer la autonomía de las instituciones educativas.
Dentro de ese marco de reformas existentes a profundizar paso a señalar algunos énfasis:
1. Proteger a nuestros niños, niñas y adolescentes: requerimos tener una escuela amable que cuide la integridad socio emocional y física de nuestros estudiantes. Para que puedan aprender, necesitamos que se sientan acogidos, queridos, seguros y libres, y los adultos de la escuela (directores, maestros y auxiliares) deben asumir el rol de cuidado y protección que tenemos que recuperar de la mano con las familias. Es necesario, prestar especial atención a los estudiantes de las zonas más vulnerables: de las periferias urbanas, de las zonas rurales y de las comunidades indígenas. Desde la gestión, es necesario fortalecer el trabajo multisectorial ya planteado, ser firmes en la destitución de los violadores y maltratadores que se encuentran en el sector y plantear una estrategia de recuperación socio emocional a las víctimas. Mientras que en el aspecto preventivo es importante que trabajemos el autocuidado, el rol de los adultos, los mecanismos de protección y la educación sexual integral.
2. Apostar por una escuela democrática y que forme ciudadanos: necesitamos que la escuela sea el espacio donde los estudiantes aprenden a convivir respetando y valorando las diferencias, desarrollen opinión sobre la base de información, se vinculen con su historia, su cultura y con su realidad, puedan resolver problemas y lleguen a acuerdos sobre la base del diálogo y el respeto. Pero para contar con un espacio donde los estudiantes cuestionen, participen y lideren cambios, se requiere de docentes dispuestos a acompañar, aprender de sus estudiantes y de sus pares, a enseñar y emocionarse con lo que hacen.
Una oportunidad es la implementación del currículo ya en marcha, que no sólo debe darse en los colegios focalizados por el Minedu sino en todos aquellos que se sienten en condiciones de asumir este reto. Se requiere generar una movilización nacional por la formación de ciudadanos éticos, respetuosos y preocupados por el bien común – una educación intercultural para todos – . A modo de sugerencia, con el Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación Peruana (Fondep), aprovechando su experiencia, se podría generar un sistema de reconocimiento y estímulo a los docentes y a sus escuelas para continuar apoyando la innovación y las buenas prácticas.
3. Pacto con los docentes: se necesita retomar el dialogo con los gremios docentes, deslindando de aquellos grupos que tengan comprobada relación con grupos violentistas. Es importante considerar que la configuración de los gremios de docentes se ha modificado y existen acuerdos luego de la última huelga que hay que cumplir haciendo un “equilibrio entre compromisos y responsabilidades”. En ese sentido, el principal acuerdo fue crear la comisión sectorial que se encargaría de elaborar el estudio técnico sobre los incrementos graduales de las remuneraciones de los docentes hasta que en el 2021 sean equivalentes a una unidad impositiva tributaria (UIT), 4,050 soles. En simultaneo y como parte del mismo proceso, se debiera discutir sobre la jornada de trabajo del docente y la necesidad de contar con docentes de “tiempo completo” que puedan desarrollar como parte de su jornada laboral funciones de planificación curricular, asesoría a padres y madres de familia y apoyo a los estudiantes, entre otras.
El tema magisterial es complejo y ayudaría a mejorar la relación de confianza, iniciar sincerando la deuda social y haciendo un cronograma de pagos ya que es innecesario el gasto del Estado en la judicialización de estos procesos, cuando se sabe que en algún momento será obligación del Estado saldar sus deudas.
Asimismo, necesitamos generar consensos sobre la necesidad de formar nuevos maestros con nuevos paradigmas y esto pasa por tomar acciones inmediatas en la modificación de los Planes de Estudio de los institutos pedagógicos e impulsar la creación de escuelas en el marco de la implementación de la Ley de Institutos.
Respecto a la formación en servicio, el acompañamiento es una estrategia validada que debe continuar en la perspectiva de fortalecer el liderazgo pedagógico del director y generar mejores desempeños en los docentes. Debe verse como una estrategia, que tiene un tiempo de permanencia y que debiera ser considerada como una modalidad formativa del docente con posibilidades de acreditarse y que pueda servir para su escalafón.
Se requiere mantener una comunicación cercana y de colegas, el maestro necesita recuperar la confianza y no ser estereotipado, ni victimizado. Hay que reconocer su trabajo, empoderarlo y respetar su autonomía como agente de cambio. Pero a su vez, hay que ser firmes con los maestros que no cumplen sus responsabilidades, mientras que con aquellos que por diversas razones preferirían salir del sector se debería darles la oportunidad del “retiro voluntario” a través de bonos; y en el mediano plazo resolver el tema salarial de los docentes jubilados quienes en este momento perciben poco más de la mitad del sueldo de un docente en ejercicio.
4. La colaboración entre escuelas “redes educativas”: es necesario recuperar el carácter colectivo de la educación que trascienda la propia institución educativa. Existen en el territorio evidencias del valor de la red en el inter aprendizaje entre docentes, como una estrategia de capacitación y organización para la gestión. Es decir tiene un gran su potencial en la conformación de la “comunidad de aprendizaje”.
La red debería constituirse en un núcleo para la asignación de recursos a las IE’s desde las UGEL y poder atender sus necesidades básicas por ejemplo de materiales educativos y útiles de limpieza. Nuestra meta debiera ser que la preocupación de los maestros sea el aprendizaje y no los aspectos logísticos. Asimismo, la creación de redes educativas tiene un alto potencial para ordenar el territorio y articular los diversos servicios educativos y de otros sectores para atender integralmente a los estudiantes y asegurar su trayectoria educativa.
En el mediano plazo se debiera permitir ordenar el recurso humano docente generando procesos de ordenamiento y movilidad de los mismos al interior de la red, ¿Por qué atar el nombramiento del docente a una IE?. Este es un cambio que se debe evaluar en la Ley de Reforma Magisterial y favorecería el crecimiento personal y profesional del docente. ¿Se podría unir escuelas unidocentes cercanas y constituirlas en una sola IE?, esto ya es posible de hacer, porque existe la norma, pero no se ha aplicado hasta el momento. Hacer esta agrupación de escuelas pequeñas en base a criterios territoriales permitiría poder asignarles equipo directivo y tener profesores que se desplacen entre las escuelas que forman la nueva IE.
5. Invertir más donde existen mayores brechas: Nuestro sistema educativo es generador de grandes desigualdades, tenemos una deuda como país con las zonas rurales, las comunidades indígenas y en las periferias urbanas. Se requieren estrategias integrales y focalizadas desarrolladas desde las regiones con asesoría del Minedu y que permita atender las exigencias de cada contexto. La inversión en estas zonas tiene un carácter estratégico y decisivo para el desarrollo de las personas, el desarrollo de sus comunidades y sobre todo en términos de desarrollo económico y equidad del país. El Minedu cuenta con la política de educación intercultural bilingüe, así como la propuesta de política para la población del ámbito rural – por aprobarse- que deben dar el marco a estas inversiones.
6. Infraestructura: se requiere avanzar en transferir a los gobiernos locales y regionales los recursos para que puedan viabilizar la construcción. Pronied como operador ha colapsado, por tanto, hay que evaluar la pertinencia de las escalas de compra, así como de las capacidades existentes. Un elemento a resolver en simultáneo, es el saneamiento físico legal de los terrenos que en estos años han sido cuello de botella para avanzar en la concreción de los expedientes.
Asimismo, los aspectos más específicos referidos a medidas contra el cambio climático y de gestión de riesgo, como la adquisición de mallas protectoras de radiación solar, cercos de metal, demolición ante casos de riesgo, entre otros; debieran ser gestionados con celeridad por las UGEL u otra instancia cercana al territorio.
7. El impulso de la educación técnica y tecnológica: hay que tomar la decisión de apostar en determinadas zonas por una secundaria técnica y una educación de adultos, articuladas a los Centros de Educación Técnico Productiva (Cepro), a los institutos y a las empresas. Los adolescentes tienen la necesidad de incorporarse al mundo laboral en su gran mayoría y es necesario que la secundaria los habilite para generar ingresos y poder avanzar en sus proyectos de vida. En el caso de los estudiantes de los Institutos es necesario avanzar en la implementación de la Ley de Institutos.
8. La educación universitaria: Esta es una de las reformas más recientes y que se encuentra en pleno desarrollo, aquí es necesario fortalecer la institucionalidad de la Sunedu nombrando al titular de dicha institución, relanzar el Programa de Becas, implementar la carrera docente y aprender del proceso de implementación para plantear procesos ágiles y razonables de licenciamiento. Asimismo, es necesario evaluar el mecanismo de creación de nuevas universidades para que sea una competencia del ejecutivo sobre la base de estudios técnicos y no del legislativo. Se requiere también de una política de la educación superior que unifique y facilite la articulación entre la educación tecnológica y la educación universitaria.
9. Modernización de la gestión: las DRE y las UGEL que son parte del gobierno regional requieren ser atendidas con urgencia. En los últimos 10 años se han incrementado programas y responsabilidades a cargo de estas instancias pero el número de personal requerido sigue siendo menor a las necesidades. Se espera que estas instancias descentralizadas sean gestoras eficientes para proveer a la escuela de los insumos que requiere, así como de los servicios de atención al ciudadano. Asimismo, es necesario reestructurar su organización delimitando las tareas administrativas, las de generación de condiciones, supervisión al servicio privado y de asesoramiento pedagógico a las escuelas; esto último debe estar desconcentrado en el territorio. Es importante, considerar la incorporación progresiva al servicio civil del personal administrativo, de modo que se complementen en la gestión con los especialistas y directivos que vienen ingresando por Ley de Reforma Magisterial. El gran desafío de estas instancias es mejorar el desempeño de sus recursos humanos y contar con sistemas interconectados que les faciliten la gestión.
10. Equilibrio de poderes en el sistema: Necesitamos un Minedu rector, garante del presupuesto, cercano a las regiones para apoyar en la adecuación de los programas existentes, con gobiernos regionales y locales que asuman la planificación y gestión del desarrollo educativo de sus territorios sobre la base de lineamientos e indicadores nacionales. El proceso de reorganización del Minedu ya en marcha debe permitir simplificar el aparato, identificar saldos y poder transferir recursos a los gobiernos regionales; así como modificar los actuales viceministerios a uno de educación básica y otro de educación superior. Finalmente, es importante resolver quien asume la supervisión, que es un rol abandonado dentro del sistema.
Esta es una agenda de aspectos básicos que podrían orientar la gestión en los próximos años en la perspectiva de ordenar el sector, generar las bases para reformas futuras y profundizar aquellas reformas en curso. Un sistema complejo como el del sector educación requiere de una estrategia circular que se retroalimente de las necesidades concretas de los territorios y de las políticas nacionales. Necesitamos trabajar en los detalles, acercar los servicios educativos a los ciudadanos, ser concretos e ir resolviendo problemas que sin perder el horizonte nos conduzcan a alcanzar las grandes reformas.
Publicaso en Lamula.pe