Por Edugestores
En febrero de 2018 se presentó públicamente el estudio Educación privada de ‘bajo coste’ en el Perú: un enfoque desde la calidad, realizado por las investigadoras Clara Fontdevila, Paola Marius, María Balarín y María Fernanda Rodríguez. El estudio[1] muestra cómo en las dos últimas décadas, la oferta educativa privada en el Perú ha experimentado un notable crecimiento, especialmente en Lima Metropolitana, – donde la participación privada en la educación básica pasó del 29% en el año 2004 al 50% en 2014. Crecimiento que es en gran medida resultado de la liberalización y desregulación del sector emprendida durante los años 90 y de la pasividad, tolerancia o falta de capacidad de respuesta estatal.
El estudio se focaliza en una de las ofertas educativas privadas que más ha crecido en el Perú: las denominadas “escuelas de bajo coste” (EBC de ahora en adelante), dirigidas a familias que residen en las zonas urbanas más pobres. Si bien la evidencia es todavía limitada, las autoras señalan las siguientes limitaciones de estas escuelas en cuanto a mínimos estándares de calidad:
- Infraestructura superficialmente adaptada a usos educativos o con severas limitaciones de espacio y una mínima inversión en materiales educativos, tanto por falta de planificación urbanística adecuada en un contexto de rápido crecimiento demográfico, como por el limitado capital inicial de muchos promotores a la hora de establecer una institución educativa.
- Variabilidad, discrecionalidad y falta de estándares claros respecto a la preparación del profesorado. La participación en programas de formación continua suele ser opcional y raramente apoyada financieramente por la institución.
- Altos niveles de rotación del personal y poca experiencia del profesorado por la precariedad en las formas de contratación y condiciones de trabajo.
- Relativa falta de liderazgo pedagógico, marcada verticalidad y división del trabajo, a la vez que la práctica inexistencia de estructuras orientadas a la coordinación, reflexión colectiva o intercambio de experiencias entre docentes.
- No generan un clima propicio a la experimentación e innovación sino que se adhieren a un modelo tradicional o directivo por las demandas de las familias, los limitados niveles de preparación docente, y las particularidades organizacionales.
- Adoptan prácticas de selección del alumnado para garantizar la buena reputación de la institución en la zona y dar garantías de unos mínimos niveles de urbanidad y disciplina.
Como era de esperar estas limitaciones tienen un impacto directo en el desempeño de los estudiantes. Lo demuestran con los resultados obtenidos por los estudiantes de las escuelas EBC en la Evaluación Censal de Estudiantes 2016. Los estudiantes de instituciones educativas públicos tienen mejores logros de aprendizaje especialmente durante los primeros años de escolaridad. En competencia lectora, la proporción de estudiantes en nivel satisfactorio es muy superior para las escuelas públicas (57,15%) que para las privadas con niveles de pensión menores a 200 soles (37%). Estas diferencias se acentúan para la competencia matemática. La proporción de alumnos en el nivel de inicio en el sector EBC, triplica a la del sector estatal. En el nivel secundario, según niveles de pensión, si bien la ventaja del sector público desaparece, el sector EBC sigue presentado peores niveles de desempeño que el nivel estatal.
Las autoras también destacan la indefinición respecto del rol supervisor del Ministerio de Educación y las autoridades educativas descentralizadas e importantes vacíos legales y contradicciones en las normas que regulan el mercado educativo peruano. La falta de información sobre las instituciones privadas, la falta de canales de comunicación y de una articulación clara entre el Ministerio y el sector privado, así como la limitada capacidad de gestión de las instancias descentralizadas, entre otros, debilitan la capacidad de control del Estado. Esto se suple con arreglos normativos ad-hoc ante situaciones de conflicto, informalidad, abusos en el cobro de pensiones y la selección por parte de los colegios privados, que surgen a partir de la liberalización del sector.
Demuestran así mismo el vínculo claro entre pobreza, crecimiento demográfico y crecimiento de la oferta privada –en particular las escuelas de bajo costo. Los distritos con una tasa de crecimiento poblacional superior al 100%, en el periodo 1995-2015, tienen los más altos porcentajes de EBC sobre el total y sobre la oferta privada. En estos mismos distritos se detectan también elevadas tasas de crecimiento de la oferta privada entre 2008 y 2016– situadas entre el 32% y el 72%. El sector EBC cumple una función supletoria en un contexto de expansión poblacional súbita e insuficiente oferta pública. La oferta EBC juega un efecto de retroalimentación pues en las zonas con mayor disponibilidad de EBC, ésta es síntoma y causa de la limitada oferta pública. El carácter supletorio del sector EBC puede acabar desincentivando la creación de una infraestructura educativa pública adecuada a las necesidades de la población y naturalizando la satisfacción de una parte significativa de la demanda educativa mediante una provisión privada.
Estas dinámicas, afirman las investigadoras, tienen a la vez un impacto pernicioso en términos de equidad, en tanto que la oferta EBC tiende a concentrarse en las zonas más pobres y sus limitaciones afectan de forma especialmente acusada al alumnado con menos recursos.
[1] El estudio completo se encuentra en nuestra biblioteca virtual.