Hace algunas semanas Edugestores convocó a participar en una encuesta de opinión sobre el estado de la implementación del Currículo Nacional durante el 2017. El Ministerio de Educación ha planteado, en el eje estratégico “Educación básica, currículo y aprendizajes”, una línea de acción de esta implementación con diversas prioridades. En esta encuesta nos ha interesado conocer experiencias y opiniones tanto de la aplicación en el aula tanto como las recomendaciones para mejorarla en 2018. A continuación reproducimos los resultados, donde participaron 46 edugestores, en su mayoría docentes.
Ante la pregunta “¿Cómo evalúa este primer año de implementación en el aula del Currículo Nacional?”, los 46 encuestados respondieron de la siguiente manera: Un 41,9% sostuvo que ha sido deficiente, el 34,9% señaló que fue regular, mientras que el 20,9% indicó que lo evaluaba como buena. Solo un 2,3% indicó que fue excelente.
Sobre “¿cuáles son las tres mayores fortalezas del Currículo Nacional?”, extraeremos las opiniones más significativas y con coincidencias, ya que por tratarse de una pregunta abierta, las respuestas fueron diversas. La mayoría de encuestados señaló que entre las fortalezas destacan que el Currículo Nacional articula toda la educación básica regular (EBR), y que resalta el enfoque transversal, diversificable y por competencias (que muestra una cantidad muy razonable de 31 competencias a ser alcanzadas por los estudiantes a lo largo de toda la EBR), que presenta un perfil de egreso, desempeños y niveles de logro. También indican que se reconoce el reto de encontrar un equilibrio entre acelerado conocimiento vs saberes ancestrales y locales.
En cuanto a la pregunta “¿Cuáles son las tres mayores dificultades que ha experimentado usted para implementar el Currículo Nacional en aula?”, la mayoría de encuestados respondió que los desempeños no son claros y precisos para los docentes (en su planificación, para identificar las secuencias didácticas correspondientes a un enfoque por competencias), y que la planificación y evaluación curricular y por competencias todavía es ambigua. También mencionaron el débil o nulo acompañamiento, y poca capacitación (sobre todo para docentes en zonas rurales) y difusión , y que urge que Minedu y las UGEL hablen el mismo lenguaje.