Entrevistamos a la experta Liliam Hidalgo, asociada de Tarea, para que nos comente sobre la actual situación de la educación en zonas rurales y sus docentes, que nos permita nuevas perspectivas de análisis en el marco del debate sobre revalorización docente que venimos desarrollando en nuestra plataforma.
Edugestores: ¿Cómo está la situación actual de educación rural así a grandes rasgos?
Liliam Hidalgo: Hay varios puntos preliminares antes de aterrizar en la problemática de la educación rural. Existe en el país una diversidad de ruralidades, que marcan la diferencia entre varias problemáticas que pueden haber con los docentes en todas las zonas rurales. El tema de retención de los docentes en las zonas más alejadas es un tema álgido aún. Si bien hay un problema con retener a los docentes en ámbitos rurales más dispersos, no es un problema solo para el personal del sector educativo, sino que es un problema para todas las personas que trabajan en estas zonas y que provienen de todos los sectores públicos del país y que gestionan y ponen en marcha políticas. No vas a encontrar un buen ginecólogo ni un buen pediatra que esté de manera permanente en un centro médico en una zona altamente dispersa, donde ni siquiera hay infraestructura para la atención. El asunto tiene una problemática más estructural que debe mirarse más a largo plazo, pero que a la vez requiere medidas mucho más concretas e inmediatas.
Otro elemento a mencionar es que desde la experiencia de Tarea, en el trabajo con docentes rurales, se ha verificado que hay más necesidad de dejar las aulas en zonas andinas que en las amazónicas, y las razones que tienen los docentes para querer migrar son diversas. Y como hay múltiples factores, se deben pensar en una lógica de múltiples alternativas y múltiples respuestas, ya que no hay una sola forma de resolver puesto que no hay una sola causa que lo motive. Hay medidas de fondo y medidas de forma. Y habría que preguntarnos como país cómo queremos abordar este tema. Si queremos entrar a las medidas de fondo, que son las de más largo plazo, que buscan cómo resolver los problemas estructurales, y también hay la posibilidad de pensar en las medidas de forma, en cómo compensar, con medidas concretas y específicas.
Edugestores: ¿A qué se atribuye que los docentes quieran dejar sus aulas e irse a otro lugar?
Liliam Hidalgo: Y si hablamos de la retención, uno se tendría que preguntar quienes son los que quieren salir y por qué quieren hacerlo. Por lo que he podido recorrer y acompañar a docentes en zonas rurales, generalmente quienes solicitan su salida o cambio, son aquellos que vienen de afuera. Entonces, lo que no ocurre por ejemplo en poblaciones amazónicas, cuando el maestro kichwa del Alto Napo no intenta dejar la comunidad, es porque no tiene necesidad de salir porque es su espacio, allí está su familia. Y cuando el docente quiere salir es porque usualmente viene de afuera, no se siente parte de la comunidad, ya que ha venido de lejos. Por lo tanto, esto nos puede dar algún tipo de indicador para pensar la política más grande, en términos de planificación territorial. Es necesario pensar en los maestros rurales en prioridad desde el territorio. Hay programas tipo Formabiap en la Amazonía, cuya función en la formación inicial del docente es invitar a jóvenes de la secundaria de las comunidades para formarlos para que luego retornen, en una lógica que puedan acceder a una plaza dentro de su propio pueblo, en su lengua, en su cosmovisión. Si hay un maestro que elige la plaza de su población es porque es parte de ese pueblo, tiene sentido de pertenencia y es el más idóneo para ese puesto.
Edugestores: Entonces un tema pendiente está en hacer que las políticas miren el territorio y consideren tambien esto en la formación inicial del docente.
Liliam Hidalgo: Si pensáramos más desde lo territorial y desde los derechos de los estudiantes, tendríamos que asumir como prioridad que el docente sea formado en su pueblo, para que luego de estar formado, trabaje en bien del desarrollo de su comunidad, sin limitarlo a que conozca otros lugares. La formación inicial del docente debe estar inmersa en políticas de selección, de ingreso a carrera pública, de contratación, de nombramiento, que consideren al territorio.
La situación de nombrado y contratado es un tema a tener en cuenta. Hay estadístcias que indican que al 2016 hay 25 mil docentes en la Carrera Pública Magisterial de los cuales 20 mil son de zona urbana y 5 mil son rurales. Y donde los contratados en zonas rurales muestran una situación de vulnerabilidad, ya que tienen contratos por un plazo determinado y pueden dejar la plaza con menos problemas.
En cuanto a la selección, no estamos en capacidad de elegir a los mejores, sino que las plazas para nombramiento se hacen vía concurso y se otorgan por orden de mérito, primero a las zonas urbanas y al final a las zonas rurales, lo cual es una desventaja. El puesto no es atractivo para una madre con niño pequeño, pero de todas formas hay mujeres en zonas rurales que van a trabajar con sus niños porque no tienen otra opción. No es lo óptimo, pero si tuvieran la oportunidad de elegir difícilmente optarían por una escuela rural.
Edugestores: ¿Considera entonces que hay un desfase en lo normado en torno a este tema? ¿Hace falta más leyes o más qué reglamentar?
Liliam Hidalgo: Hay grandes lineamientos, hay normativa, pero podríamos precisar o acotar en algún tipo de norma técnica pero para hacer cumplir lo normado. Por ejemplo, para el tema de los profesores contratados que deben contar con una lengua originaria, esto no se cumple. Es cierto que vamos mejorando, que las UGEL y DRE hacen un trabajo más concienzudo, pero si se llegaran a cumplir estos criterios de territorialidad y derecho de los estudiantes a tener un docente durante todo el año, y que hable su propia lengua, que conozca su cultura, y si lográramos que esto se cumpliera con mayor compromiso, se habrá dado un gran avance.
Aún así creo que hay un conjunto de condiciones actualmente de ejercicio de la profesión docente que hace complejo que el profesor permanezca en un solo lugar. Hacemos de esta planificacion territorial que estamos pensando, que los docentes se queden, aún así subsisten una serie de condiciones que deberían cambiar. Se puede flexibilizar temas de reasignación, por ejemplo.
Edugestores: ¿Qué temas se tendrían que atender para mejorar la situación de los docentes?
Liliam Hidalgo: Existe un primer grupo de condiciones que tiene que ver con el ejercicio propio de la profesión: remuneraciones, incentivos, y los horarios. En remuneraciones; no es secreto que no cubren canasta básica ni necesidad de la profesión. Hay un contigente de docentes en huelga lo cual es justo que realicen demandas por un buen salario. Y dos mil soles como base no es el promedio de un profesional medio en el país. Pero este problema es generalizado, tanto en zonas rurales como urbanas. Existen para zonas rurales un grupo de incentivos, para que los maestros se queden. Y al parecer por el nivel de renuncias de los últimos años, no están logrando cubrir las necesidades y las expectativas de los maestros. Hay zonas donde solo el desplazamiento (bote o por pago de gasolina) puede alcanzar 500 soles y esto no se cubre con los incentivos ante los gastos reales que supone el traslado del docente. ¿Es incentivo o solo cubre gastos?
En cuanto a los horarios, ya existen en el país iniciativas al respecto. Las UGEL ya han modificado horarios, y sabemos de experiencias donde del docente trabaja tres semanas enteras de servicio continuo y tiene una semana fuera, similar al 22 x 8, y creo que en algunos casos ha dado buenos resultados. En aquellos lugares donde el problema central fueron los horarios, tener una flexibilidad ha signigicado un cambio en la situación.
Luego viene todo un asunto de condiciones de supervivencia: servicios de agua, de luz, de desagüe, y en los lugares de más fácil acceso, teléfono e internet, que debe ser un servicio para todos los docentes. Esto debe estar al servicio de cualquier maestro, y debe ser lo mínimo que se debe tener para trabajar, contar con un servicio higiénico. Incluso el tema satelital podría ser considerado para zonas más alejadas, ya que se puede resolver el problema de este tipo de acceso con otro tipo de tecnología. A través de la Encuesta Nacional de Docentes, ENDO 2014, solo el 10% de maestros en zonas rurales puede conectarse a Internet en su institución educativa. Sin embargo, para la mayoría de los maestros, el 65% cree que la conexión a internet es uno de los factores clave para el mejoramiento de su desempeño profesional.
Edugestores: ¿Cuáles serían las otras condiciones necesarias para este tema de retención de docentes en el ámbito rural?
Liliam Hidalgo: Hay otro conjunto de condiciones, que denomino como de acceso y permanencia, planteadas como política de manera similar a las que se aplican para los estudiantes. De lo que conozco en la actualidad, en los modelos de atencion rural para zonas dispersas, se incluye a la movilidad como parte de la asignación, ya que la distancia es lejana y los costos son tan elevados que exceden lo que se paga. Habría que revisar en qué casos el modelo implica movilidad, ya que hay zonas que no cuentan con servicios de transporte público y se tiene que contratar movilidades ad-hoc. Los mismo pasa con las viviendas. El Minedu ha hecho un primer estudio sobre el estado de las viviendas de docentes rurales. Y aquí hay una palabra clave, la atención de la diversidad en este tema, porque de lo que hemos podido ver y conocer, aunque no en todos los casos, no hay necesidad de construir viviendas ya que hay comunidades que tienen la voluntad de asignar una casa al docente, y así lo convierten en parte de la comunidad, lo que cambia la lógica. Hay que ver y explorar otras alternativas y en los casos en que los docentes tienen que quedarse de lunes a viernes o por tres semanas enteras, movilidad y vivienda son factores capitales a tomar en cuenta.
Edugestores: ¿Qué hay de la salud del docente en estas condiciones?
Liliam Hidalgo. En cuanto al acceso y permanencia básicos, esto tiene que ver con la salud integral del docente, tanto física como emocional. Estos docentes que están demandando salir, son maestros multigrados o unidocentes y viven en zonas alejadas, viviendo en la misma escuela y esto tiene un costo emocional fuerte, ya que en algunos casos se trata de soledad, ya que no hay colegas con los cuales compartir sus experiencias, el alejamiento de la familia, pocas o nulas posibilidades de capacitación, lo que va mellando en la salud emocional y este tema no ha sido aún atendido. Hay también datos en la encuesta docente indica que hay 9% de docentes con discapacidad, otros que sufren estrés, y si hiciéramos un zoom focalizados encontraríamos otro tipo de enfermedades que no están siendo atendidas. ¿Quién se acerca a dialogar con los docentes? Es cierto que hay políticas que han incluido sin querer un soporte emocional, pero esto debería ser como una estregia ad hoc, para que se colabore para brindar soporte de esta naturaleza a los docentes que viven solos, aislados, que están en un lugar diez meses allí sin recibir atención.
Otro tema es la salud física, ya que si estás en una zona a seis u ocho horas de la capital de la provincia, no es que en la tarde vas a consulta con el médico general y regresas, no hay un centro médico cerca, e ir a Essalud implica dejar tu comunidad, gastar en transporte. Si hay docentes que están enfermos prefieren no ir a ser atendidos por todo lo que implica. Hay docentes que no son candidatos para este tipo de puestos, ya que las condiciones son riesgosas, lo que hace que todavía haya muchas menos probabilidades de conseguir una persona para ese puesto. Las últimas estadísticas señalan que en los últimos concursos, hay 0.3 postulantes por plaza, o sea ni siquiera un concursante por plaza, lo que es preocupante.
Edugestores: Cuéntamos qué panorama existe desde el tema de la gestión y las redes en zonas rurales.
Liliam Hidalgo: Otro grupo de condiciones tiene que ver con el trabajo pedagógico y la gestión. Una vez que el docente ya esté en las aulas, debe recibir el apoyo de las políticas de acompañamiento y de la gestión en redes educativas. El acceso a medios de trabajo virtuales debería ser una oportunidad: tener laptops, tablets. El programa Juntos funciona a través de estos sistemas, donde no necesitas conexiones Wi-Fi. Si el docente está tres semanas en una comunidad por lo menos podría tener un dispositivo con acceso a información mínima, tener acceso a capacitarse, conectarse con su familia. En la experiencia internacional hay casos de incentivos a través de maestrías, diplomados o demás cursos de posgrado, como compensación de este tipo de trabajo con estas condiciones. O quizás considerar la posibilidad de que estos docentes tengan el soporte de un auxiliar o un administrativo multifuncional, ya que el docente se hace cargo de limpieza, administración, alimentación y estas labores las podría hacer otra persona.