El Estado tiene una gran deuda con la educación rural. Las cifras de la Evaluación Censal de Estudiantes (ECE) del 2016 publicadas este año por el Ministerio de Educación (Minedu) revelan que aún existe una gran brecha entre el aprendizaje de los niños que estudian en las ciudades y los niños que lo hacen en el campo.
Esta evaluación fue realizada a 542 mil 878 alumnos de segundo grado de primaria de todo el país. En colegios de zona urbana, el 50.9% de los niños evaluados logró alcanzar el nivel satisfactorio en lectura, pero en colegios de zonas rurales solo fue el 16.5%.
En matemáticas el panorama es similar. El 36.6% de los niños de colegios urbanos alcanzó el nivel satisfactorio, duplicando incluso a los niños de colegios rurales (17.3%).
Ante esta problemática, el Minedu instaló recientemente una comisión sectorial para que en un plazo de 90 días hábiles diseñe una política enfocada en la atención educativa para la población rural y en base a ello se elabore un plan. En este proceso se contará con el apoyo del Consejo Nacional de Educación (CNE).
Martín Vegas, consejero del CNE explica que la brecha entre lo urbano y lo rural se debe a cuatro factores. El primero es porque las escuelas de los niños del campo son unidocentes. “Es decir, tienen un solo profesor para toda la primaria y que hacen de todo”. Lo segundo es que debido a la metodología de educación, no se conecta con la realidad de los niños. “No se valora el aspecto cultural y productivo. La educación resulta memorística y académica”.
Falta incentivos. Otro punto crítico es que los profesores de áreas rurales reciben una bonificación menor comparada a otros trabajos rurales que se realizan en la misma zona. “Un obrero que trabaja haciendo la carretera gana más que un profesor. Entonces, pocos profesores se quieren presentar para trabajar en provincia”.
El cuarto punto es porque el profesor del campo está durante toda la época escolar alejado de la zona urbana y tiene limitaciones para avanzar en su formación profesional. Debido a que no hay una capacitación especial para ellos, están en desventaja frente a profesores de zona urbana.
Una de las recomendaciones que dará el CNE al Minedu para la elaboración de esta nueva política será que se duplique la inversión por cada alumno de zonas rurales. También que en el plano curricular se tome en cuenta la realidad productiva y cultural de lo rural en la costa, sierra y Amazonía. Y también debe haber más capacidad de acción de los gobiernos regionales y mejorar las condiciones laborales de los docentes.
Fuente: La República.