Jaime Saavedra, ex ministro y actual funcionario del Banco Mundial, está a favor de que se hagan los Panamericanos en Lima
A días de empezar su trabajo como director de la Práctica Global de Educación del Banco Mundial, Jaime Saavedra reafirma que su censura como ministro de Educación fue injusta. Además, critica a quienes sostienen que existe una “ideología de género” en el currículo escolar y estima el impacto que los desastres generados por los huaicos podrían tener en el sector educación.
— ¿Qué vínculo tendrá con el Perú desde su nuevo cargo?
El sector educativo es cada vez más importante para el banco. Una muestra de ello es la cartera de aproximadamente US$3.500 millones que destinó a préstamos educativos en los últimos años. En países con niveles de ingresos bajos o medios como el nuestro, el reto está en mejorar la experiencia de aprendizaje. El Perú es uno de los países más importantes dentro de la cartera del banco y, ante ello, mi experiencia como ministro será muy valiosa.
— Su nombramiento se da tres meses después de que el Congreso aprobara su censura como ministro de Educación. ¿Qué reflexión hace hoy de ese suceso?
A veces uno está al medio de discusiones políticas que van más allá del ámbito mismo de su sector, pero un ministro no puede decir que es tecnócrata y que no tiene nada que ver con estas. Un ministro es político lo quiera o no. En ese sentido, el proceso de censura fue parte de un conjunto de pugnas políticas que son naturales en una democracia. Fue un proceso legalmente válido y democrático como parte del ejercicio parlamentario, aunque los argumentos esgrimidos no eran suficientes para censurar a un ministro.
— ¿Fue una prueba de poder para Fuerza Popular?
Qué fue o cuáles fueron las intenciones exactas [detrás de la censura] son preguntas que se deben hacer a los congresistas de esa bancada. Sin embargo, a raíz de esa censura, también se hizo evidente que hay mucha gente en el país que está comprometida con la educación.
— Usted enfatizó que su censura no debía interrumpir la reforma educativa. ¿Esta continúa con la actual ministra Marilú Martens?
Sí. Ella es una excelente profesional y continúa trabajando con las líneas de trabajo que nos fijamos: mejorar la calidad de los maestros, la experiencia de aprendizaje y la infraestructura, así como seguir con la reforma en la gestión del sector.
— Tras la censura, también se intensificó la controversia relacionada a lo que algunos llaman “ideología de género”. ¿Qué opina al respecto?
Creo que este es un reto para mejorar la comunicación con los padres de familia y explicarles de qué trata el currículo. Tanto la ministra como su equipo lo están enfrentando muy bien. Lo difícil es debatir con personas que dicen “no homosexualices a mis hijos”. Eso ni siquiera es castellano apropiado. Uno se pregunta cómo rebatir argumentos de personas que se expresan de esa manera. Lo más paradójico es que aquellos que utilizan un lenguaje procaz y frases inaceptables pretenden hablar de educación y del currículo escolar.
— Aun así, algunos defensores de esa campaña dicen que la educación sexual debería inculcarse en casa.
Creo que debe inculcarse en ambos lugares. Es cierto que la responsabilidad de los padres es igual o mayor que la de la escuela, pero esta complementa la tarea. Debemos inculcar el respeto a la diversidad y asegurar que se brinde educación sexual en las escuelas.
— ¿Las presiones políticas y la “ideología de género” influyeron en su censura?
Sí, sin duda. Y las presiones provienen del Congreso anterior.
— Algunos congresistas hoy consideran que el Perú no debe realizar los Juegos Panamericanos. ¿La situación de emergencia actual lo amerita?
Nosotros somos un país que ya tenía retos estructurales muy grandes, y hoy se suma el reto inmenso de la reconstrucción. Pero acelerar la provisión de servicios básicos incluye continuar con los Panamericanos. Estos forman parte de esa ecuación.
— ¿En qué situación pueden dejar los desastres registrados al sector educación?
No sería raro que se hayan perdido S/400 millones en infraestructura educativa. Hay que aprovechar esa oportunidad y reconstruir todas esas escuelas. Esto va a requerir una política fiscal muy agresiva, pero somos un país que tiene las bases para que esto se pueda dar, ya que nuestro nivel de endeudamiento aún es menor al 30% del PBI. Tenemos un espacio fiscal grande para poder hacer todas las inversiones necesarias.
— Muchas de las escuelas destruidas también estaban en zonas riesgosas. ¿Cuál es la responsabilidad del Minedu?
Yo he ido a escuelas en Piura donde había una escuela de cinco aulas cerca de una quebrada del río. Esa escuela no debería existir. Nosotros cerramos cinco o seis escuelas en Chosica el año pasado por una razón similar y, además, compramos mil aulas prefabricadas y cientos de motobombas que hoy se están utilizando. El problema es que el nivel de desastre registrado en Piura no era previsible.
— ¿Qué mecanismos serán los más adecuados para reconstruir la infraestructura educativa?
Se van a tener que utilizar todos: obra pública, obras por impuesto y asociaciones público-privadas. Estos últimos nos ayudarían a acelerar procesos.
— En el 2021 se realizarán nuevas elecciones presidenciales y congresales. ¿Usted formará parte de ese proceso electoral?
En los próximos años estaré enfocado en el gran reto que significa el Banco Mundial, pero veremos qué pasa después.
Fuente: El Comercio