La educación es una de las grandes herramientas que, junto con otras, permiten poner fin a esa condición de exclusión. El Perú, en su compromiso de convertirse en un país inclusivo, que valora, respeta y ve en su pluriculturalidad una fortaleza, ha prestado especial atención a la Educación Intercultural Bilingüe (EIB). Es así que ha multiplicado el presupuesto asignado a la EIB en más de diez veces en los últimos cinco años. Esta decisión ya empieza a dar sus frutos, como lo refleja la mejora de aprendizaje en comprensión lectora en lenguas originarias que han logrado niños y niñas indígenas.
Un aspecto clave para estos avances ha sido el proceso de normalización de lenguas, que ha permitido que 31 hablas indígenas cuenten?con un alfabeto consensuado con los pueblos originarios. El avance en la producción de materiales educativos en lenguas nativas es notable. Hoy, los estudiantes de inicial y primaria cuentan con cuadernos de trabajo en su lengua materna y en castellano como segundo idioma, y los docentes con materiales de soporte para la enseñanza.
Igualmente, importantes han sido los avances en los procesos de formación de los docentes en ejercicio. Según el Ministerio de Educación, cerca de 9,000 maestros han recibido acompañamiento pedagógico; 1,790 han seguido una especialización en EIB; y más 38,000 han sido evaluados en lengua originaria, lo que permite que la EIB esté hoy en mejores condiciones.
La formación de maestros EIB ha sido un aspecto abordado en la formulación del nuevo currículo, de uso obligatorio para los institutos pedagógicos, y del programa Beca 18 que atrae a jóvenes indígenas talentosos. Así también, el Plan Nacional de Educación Intercultural Bilingüe ha sido materia de consulta previa con las organizaciones representativas de los pueblos originarios del Perú.
Estos importantes avances, que deben mantenerse y expandirse en el próximo quinquenio, requieren oficializarse al más alto nivel del Estado, para que bajo ninguna circunstancia se ponga en riesgo el derecho a una educación de calidad y con pertinencia cultural para más de un millón de niños y niñas que tienen una lengua materna distinta al castellano.
La Política Nacional de Educación Intercultural y Educación Intercultural Bilingüe que espera actualmente su aprobación por parte del Consejo de Ministros, encausaría los esfuerzos realizados para garantizar el derecho de niñas y niñas indígenas a una educación de calidad. Visibilizaría –además– los desafíos para asegurar una educación pertinente para todas y todos, de manera que nadie se quede atrás.