La creación del nuevo ministerio de apoyo a las regiones, la descentralización de PROINVERSION, así como la eliminación del SNIP, fueron las propuestas que se expusieron en la campaña electoral de PPK en lo referido a la descentralización. Por su parte, Fuerza Popular focalizó sus estrategias a favor de los gobiernos locales. El incremento del FONCOMUN era claro ejemplo de ello.
Las propuestas referidas responden a una concepción distinta respecto a lo que se concibe por descentralización. De una parte, se advierte una visión regional del proceso, mientras que de otra, se prioriza la labor de los gobiernos locales.
Ahora sabemos, con los resultados electorales finales, que ambas concepciones tratarán de imponerse desde el poder ejecutivo como también, desde el legislativo. El reto será en identificar los puntos de encuentro, para que las reformas avancen.
Ahora bien. La debilidad de ambas propuestas políticas es que reducen a la descentralización como un problema de gestión, y que para su solución se debería crear un propio ministerio que permita superar los trámites administrativos. Por ello, debemos recordar que el actual proceso de descentralización iniciado el año 2002 se concibió como una reforma del Estado que perseguía objetivos políticos, económicos y sociales para el desarrollo integral del país.
En cuanto a los objetivos políticos se debía fortalecer el proceso democrático en el país, y ello implicaba la creación de un nuevo nivel de gobierno que permitiera articular la política nacional con las necesidades locales, pero también, un mayor grado de representatividad en los poderes del Estado. Este último aspecto comprendió un proceso de reforma constitucional incluso que proponía la restauración de la bicameralidad del Poder Legislativo.
En el campo económico se propuso como principal medida la descentralización fiscal, la cual estaba articulada con la integración territorial y política de las regiones. Ante el fracaso del referéndum del 2005, la reforma fiscal se detuvo, y años más tarde a insistencia de la Asamblea de Gobiernos Regionales se creó un grupo de trabajo que elaboró una propuesta que hasta el momento sigue archivada.
En lo social y bajo un enfoque de equidad, se buscaba garantizar el derecho a los servicios básicos en salud, educación, saneamiento para todos los peruanos, independientemente del lugar de donde vivieras o de la lengua que pronunciaras. Hay avances significativos en estos temas, sin embargo aún son insuficientes y el principal problema en este aspecto es la falta de articulación entre los niveles de gobierno.
La descentralización tal como fue concebida implica mucho más que la creación de un solo ministerio, por ello y dado el inicio del nuevo gobierno es importante atender los problemas de manera integral y no reducirnos a poner un nombre a un nuevo ministerio que ni siquiera se ha creado y que por lo menos pasará por nueve meses de difícil gestación.