En el Frente Amplio son conscientes que para lograr la descentralización educativa es indispensable fortalecer a las escuelas públicas. A continuación algunas propuestas e ideas para alcanzar este tan ansiado objetivo.
Descentralizar la educación es una vieja aspiración en el país. En costa, sierra y selva la realidad que viven niños y jóvenes es distinta. Existen lenguas y culturas diversas y el Estado como principal responsable de impartir educación de calidad debe responder a esa diversidad y multiplicidad.
La uniformidad en los enfoques educativos, en las currículas y en los materiales de enseñanza son características del centralismo que contribuyen con la creciente precarización de las escuelas más alejadas de la capital. En éstas se imparte información y contenidos a modo de imposición como si en Lima estuviésemos a espaldas de la realidad que allá se vive.
La escuela debería tener competencias para definir sus enfoques educativos pero no tiene la autonomía necesaria para hacerlo. No tienen una participación activa y las consecuencias de esto se hacen evidentes. Se dejan de lado los saberes de las poblaciones y se bloquea la posibilidad que sus potencialidades sean explotadas.
Según el integrante de la comisión de educación del Frente Amplio (FA), Manuel Iguiñiz, la clave para lograr la descentralización educativa está en el fortalecimiento de las escuelas públicas, haciendo que éstas tengan más autonomía a nivel docente y pedagógico para que puedan elaborar y brindar contenidos y enseñanzas a sus alumnos de acuerdo a sus realidades.
Un gran paso en este sentido es el acceso a la educación. Casi todos los niños del país reciben educación inicial y primaria, pero, aún falta ampliar la cobertura al nivel secundario. Es por esto que una de las metas del FA es lograr que todos los jóvenes accedan a este nivel de educación y se les garantice la calidad de la enseñanza.
JORNADA COMPLETA
Junto al acceso debe implementarse la jornada escolar completa de cuarentaicinco horas semanales para toda la educación básica y no solo para los últimos grados -de tercero a quinto- de algunos colegios de la secundaria como ahora ocurre.
“La educación ha sido restringida a menores tiempos de aprendizaje, es por esto que la cuestión de la jornada escolar completa es importantísima para nosotros, son 35 horas pedagógicas y deberían tener 45 horas semanales. Necesitamos hacer que toda la escuela pública tenga jornada escolar completa y no solo en los últimos años de secundaria” refiere.
Actualmente hay 1600 colegios en donde la secundaria tiene jornada escolar completa e Iguiñiz asegura que en el FA se han puesto la ambiciosa meta de ampliar las 45 horas semanales de estudios en todos los niveles de educación primaria y en todo el resto de la secundaria.
MEJORES ESCUELAS
Un factor que contribuirá a descentralizar la educación será que las escuelas de las diversas zonas del país manejen materiales educativos acordes con la realidad de sus localidades, sin embargo, esto no es posible porque las escuelas públicas no manejan sus presupuestos lo cual atenta contra sus propios proyectos educativos.
“Las escuelas carecen de un presupuesto propio. La escuela pública depende que la provisión de bienes les sea dado por la UGEL. No tienen un presupuesto (…) que les permita tomar decisiones de acuerdo a su proyecto educativo institucional. De acuerdo a su propia especificidad, de acuerdo a sus características propias y eso es muy grave”, critica Iguiñiz.
Esto es algo que en un eventual gobierno de Verónika Mendoza cambiará ya que así lo establece la Carta Magna y porque de esta manera no solo se fortalecerán las escuelas públicas sino que además cada una de las localidades del país.
“La descentralización implica que haya una transferencia de poder y de recursos del gobierno central a los locales, entonces la centralización presupuestal evita que se cumpla con los principales mandatos de la Constitución. El presupuesto tiene que ser cada vez más descentralizado, tiene que llegar a la escuela y que responda a sus intereses”, refiere el especialista en educación.
MAYOR AUTONOMÍA
Una gestión democrática y descentralizada de la escuela pública implica que en el nivel central de gobierno y en los locales exista cooperación y un involucramiento organizado de la comunidad educativa para facilitar la participación de los estudiantes y docentes de la gestión de la escuela.
“En términos económicos los gobiernos regionales deben tener manejo en la producción de todo lo que es la política de infraestructura, producción de material educativo propio, formación docente. Los programas de acompañamiento pedagógico son programas en los que las regiones deberían tener autonomía”, refiere Iguiñiz tras indicar que el trabajo conjunto es lo que debe prevalecer en la educación y no la imposición.
MEJORES SALIARIOS
Las mejoras que el FA hará en las escuelas debe ir de la mano con los cambios en las condiciones laborales de los maestros es por esto que se les aumentará el piso salarial de 1300 soles a 2600. De esta manera sentirán revalorada su profesión y podrán impartir una educación de mejor calidad a los estudiantes.
“El maestro trabaja en una escuela, la escuela es una entidad colegiada y solo el trabajo en equipo te permite tener una buena cantidad de aprendizaje. La escuela tiene que ser una comunidad de aprendizaje no es una empresa comercial es una comunidad”, reflexiona Iguiñiz tras precisar que la calidad de la educación que el estudiante recibe depende de las condiciones en las que trabaja el maestro.
De la misma forma se generarán las condiciones para que las escuelas públicas estén en la capacidad de preparar a sus alumnos para calificar para un trabajo digno a través de la dotación de la tecnología, los equipos y la infraestructura necesaria.