El Consejo Nacional de Educación se dirige a la ciudadanía, a fin de manifestar su malestar e indignación por diversos hechos bochornosos que no expresan pedagogía en la política y destruyen los variados intentos que se vienen haciendo por avanzar y ser mejores como sociedad.
El uso y legitimación de la mentira como recurso político para ganar una elección da un mensaje totalmente contradictorio con los valores de honestidad y verdad que promovemos los educadores. Particularmente es vergonzoso que, de manera singular y sin que sean los únicos sucesos que lamentar, estemos viendo a un candidato envuelto en procedimientos relacionados a prácticas reñidas con lo que debería ser la norma en un contexto educativo de respeto mutuo y reconocimiento de la autoría de ideas y la producción académica ajenas. Todo esto junto con otras conductas que hieren seriamente la imagen de idoneidad que se espera de un candidato a la Presidencia de la República.
Ante estos lamentables y censurables eventos, el Consejo Nacional de Educación desea invocar a la ciudadanía a reflexionar con profundidad acerca de las implicancias morales que tiene permitir que estos comportamientos se lleven a cabo con impunidad e, incluso, con desfachatez.
Asimismo, el Consejo Nacional de Educación desea señalar muy claramente que estos hechos, lamentablemente, no constituyen casos aislados en un país donde diversos actores (políticos o no), afirman contar con méritos o grados académicos que no han alcanzado, o que utilizan espacios educativos para fines subalternos.
El Consejo Nacional de Educación considera que el desarrollo del país no se limita a factores asociados al crecimiento económico, sino que involucra aspectos centrales de desarrollo de nuestras instituciones y de la consolidación de principios morales que definen a sociedades de mujeres y hombres libres y dignos. Por esta razón, insta a la ciudadanía a tomar bien en cuenta el comportamiento ético de los candidatos, al momento de ejercer el voto.