En nota publicada por el diario El Comercio, y elaborada por el periodista Fernando Alayo, se informa que el ex ministro de Educación, Idel Vexler, dijo que los libros cuestionados por sesgo no fueron elaborados durante su gestión.
Consultado por El Comercio, Vexler –quien antecedió al actual ministro Daniel Alfaro– indicó que estos libros no fueron desarrollados por su gestión, ya que priorizó hacer cambios en el currículo escolar. “Entré al ministerio en setiembre del 2017, cuando todo eso estaba ya por imprimirse. Se habían firmado contratos con las imprentas y con las flotas de vehículos para su distribución”, dijo.
Este material educativo para estudiantes de secundaria y que recopila varias columnas de opinión a favor de la virginidad y la moralidad en la vida sexual (incluso, una de ellas señala que “la castidad no solo es abstinencia: es vivir de manera moral”) ya ha sido distribuido a diversas escuelas del país. Según el Ministerio de Educación (Minedu), estos textos fueron heredados de gestiones anteriores, y se están revisando para imprimir una edición mejorada al 2019.
El ex titular del Minedu dijo que los materiales educativos en cuestión “se elaboraron” durante la gestión de Jaime Saavedra en el 2016, y luego “se reajustaron y enviaron a imprenta” por la ex ministra Marilú Martens. Los textos estuvieron a cargo de la Dirección de Educación Secundaria, que depende de la Dirección Nacional de Educación Básica Regular.
Sobre el convenio para coordinar las políticas educativas que había anunciado con el presidente del Congreso, Luis Galarreta, Vexler indicó que este nunca se concretó. “Se ha malinterpretado el fin del acuerdo que se iba a suscribir. El objetivo no era consensuar los contenidos del material educativo, porque esa es una competencia del Minedu, sino concretar la posibilidad de que los alumnos conozcan las dinámicas de fiscalización y representación del Parlamento”, agregó.
Vexler cuestionó este mecanismo de consulta: “Respeto la decisión del ministro Alfaro, pero yo no lo hubiese hecho ni para el currículo escolar ni para esos textos. No es el camino adecuado realizar talleres con políticos para buscar una pluralidad de opiniones. La consulta se debe hacer a los actores de la política educativa: expertos, técnicos pedagogos, maestros y padres de familia”.